Lo más valioso para un aficionado es acudir cada semana a ver a su equipo favorito.

Louis Kayes tiene 5 años y es fanático del Celtic desde la tumba. El sábado su amado equipo jugaba ante el Motherwell pero al mismo tiempo uno de sus amigos tenía una fiesta.

Kayes acudió a la fiesta de su amigo pero se sintió tan culpable que tomó el teléfono y llamó al club para disculparse  y pedir perdón por no habier ido al estadio debido a que tenía un cumpleaños. 

La historia fue revelada por su madre Lisa, que vio cómo su hijo realizaba la llamada al equipo.

"Se sentía culpable. Estaba en el salón, le vi con el teléfono y escuché el buzón de voz del Celtuic dándole las gracias por llamar", dijo la madre a la BBC de Escocia. 

El pequeño dijo que la fiesta estuvo "bien", pero hubiera preferido ir a ver al Celtic.  

Louis quería llamar a Brendan Rodgers, entrenador del equipo, y a su jugador favorito, el capitán Scott Brown, para explicar su ausencia y pedir perdón.