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‘La Voz de Un Sueño’: Ninguna meta es imposible
“Cansado el albañil que se levantó a las cinco de la mañana”, me dice el actor Axel Ricco, cuando es mi turno de entrar al junket de prensa de la película “La Voz de Un Sueño”. Le pregunto si está cansado, porque yo tenía dos horas esperando a que otros medios lo entrevistaran a él, a Mario Zaragoza, la protagonista Iazua Larios y la directora del filme Analeine Cal y Mayor. Cuando llegué ellos ya habían empezado a responder preguntas, en un cuarto contiguo, dividido de la prensa por una pared de cristal. De un lado la cámara y promocionales de la película, del otro sillones y una mesa con sándwiches, cocas y demás. Al llegar mi turno, los entrevistados se dispersan, Zaragoza aprovecha para ir por algún bocadillo y Ricco va al balcón a fumar un cigarro. Da la impresión de que se debaten entre apresurar todo o tomarse un respiro.
Pero, como dice Ricco, una vez que se sientan frente a mí no parecen estar cansados, al contrario, sus respuestas son largas y si acaso es por eso que las sesiones de preguntas se han alargado tanto. Hablan de “La Voz de Un Sueño”, donde Iazua interpreta a una cantante michoacana, quien tiene un conflicto con su padre, dedicado al negocio familiar de trabajar el cobre, pues él no ve con buenos ojos la carrera artística de su talentosa hija. Está basada en la historia real de la cantante Rocío Vega. Según dicen, es un filme que pretende inspirar, al tiempo que muestra una historia diferente de Michoacán y México en general, a pesar de los claros problemas que vivimos en el país.
Analeine, ¿cómo llegó esta película y qué potencial le viste?
Analeine Cal y Mayor (ACM): “Llega hacia mí por el sueño del productor Nacho Casares de hacer algo diferente, decía que estaba cansado de ver violencia y narcos en el cine. Y porque él vivió muchos años en Michoacán, él quería ver en el cine otra parte de Michoacán, esa fue como su primera idea y de ahí encontró la historia de una cantante que lucha por abrirse camino y conseguir sus sueños. Pero su primera idea fue Michoacán y no violencia. Él entrevistó a varios directores, no sólo a mí y me gustó eso, que era algo diferente y que también yo venía de dirigir una comedia y para mí era un reto también hacer algo muy distinto a mi película anterior”.
¿Qué tan fiel es a la historia real?
ACM: “Hay muchísimas licencias creativas. Es realmente hablar de cualquier persona que está luchando por hacer su camino y que no está de acuerdo la familia. Bueno, esa parte es ficción, en el caso de la cantante real, de Rocío Vega, sí tuvo el apoyo de su familia. Hemos hablado todo este día de qué obstáculos tú tienes para conseguir lo que quieres, puede ser, en el caso de la película, la familia, pero también dijimos que uno se pone sus propias trabajas. Puede ser uno mismo, el medio, en el caso de Rocío la Ciudad de México, que dice que no estaba lista para la ciudad”.
¿Tuvieron problemas semejantes con sus padres que no quisieran que se dedicaran al ámbito artístico?
ACM: “Creo que sólo yo”.
Iazua Larios (IL): “Yo no”
Mario Zaragoza (MZ): “Yo no. Más bien fue una especie de bendición o de ‘pues haz lo que quieras’. No había la idea de que alguien en la familia se dedicara a esto y cuando yo lo hice tampoco era una persona que estaba estable, porque yo empecé grande. A los 28 años entré a la escuela de actuación. De ahí a lo que terminé la escuela y empecé fue a los 32 años, entonces era como ‘ahora sí haz lo que quieras o haz algo de perdido, si es actor, aunque sea actor, ya de perdis’. Tengo una anécdota muy bonita, o que me parece a mí muy bonita. Mi papá quedó ciego por la diabetes. La primera vez que me presenté como actor profesional interpreté a Antonin Artaud, que es un francés que sufría mucho porque tenía migrañas increíbles, se las tenía que curar con una droga fuerte, luego vino a México y se regresó, es fundador del surrealismo francés. Pero sobre todo sufrió mucho y lo encerraron en un manicomio después de que vino a México. Era la historia de este personaje y mi papá me dijo: ‘te excediste en el dolor, es demasiado’. Pero no me vio, nada más me escuchó. A mí me daba mucha risa porque decía, ‘si no viste nada, nada más oíste’. Pero eso ya era bastante, yo creo que fue más fuerte para él porque sentía eso. Me parece muy bonito lo que me dijo porque era como ‘sí me hace sufrir’”.
ACM: “Sí me llegó, sí me conmovió”.
MZ: “Era como un aliciente. En fin”.
Si tuvieron contacto con algunos personajes que sí son reales de esta película, ¿qué consejo les dieron?
IL: “Pues en mi caso, en la escena del final, que es donde Rocío finalmente consigue proyectarse en el escenario, yo creo que fue ahí porque yo no soy una cantante de esa índole, así de llenar un teatro y que mi voz cubra todo el espectro de las butacas. Entonces Rocío me apoyó en sentir físicamente cómo sería esta proyección. Cómo se apoyaría la voz, cómo es un poco la expresión de una cantante. Y me ayudó también a trabajar la voz, una canción en específico y lo que esa canción significaba y lo que a ella le hacía sentir. En general, por lo demás, se trató de hacer un personaje de ficción construido entre mi propia realidad y la realidad del guion, la realidad de Analeine y la inspiración tomada de la vida de Rocío. Esos fueron los consejos que ella me dio”.
ACM: “También hubo trabajadores del cobre, que también asesoraron a Salvador Sánchez y a mí también, para que no tuviéramos al actor así como sin nada que hacer, si se supone que era el jefe del taller. Nos fuimos antes a Santa Clara del Cobre, a que ellos nos enseñaran cómo se trabaja el cobre. Y después los que salen en la película son realmente los trabajadores de ese taller, no son actores”.
¿Cómo ven el apoyo a este tipo de talentos, como el personaje de la película, en el país?
MZ: “Yo apuntaría dos cosas. Cuando estás ya en este medio y tienes alguna relevancia, se te acercan muchas personas a decir ‘yo quiero’. Hay personas que creen que pueden y luego no les ves el talento y hay personas que pueden, que sí tienen el talento, pero no pueden. Si hay un apoyo, para todas estas personas, las que pueden y las que no, todos tendrían más luz en este trabajo. Yo conozco muchos compañeros que no son talentosos, pero son estrictos en su trabajo, se levantan, se aprenden sus textos, hacen todo lo que tienen que hacer y son macheteros, digamos, y tienen mucho trabajo y éxito. Y hay personas que no, que son talentosos de por sí. Pero me refiero con esto a que las personas que quieren, que no tienen tanto el talento, pero tienen una escuela, pueden tener relevancia en este medio. Entonces sí es necesario el apoyo. Sí siento que el apoyo, no sólo a esta clase de trabajos, los cantantes, artistas, actores, músicos, sino más apoyo de escuela, en todos los sentidos, en el país ha ido bajando considerablemente. Siento que sí debe progresar el apoyo a todos los talentos, no sólo de las personas que se quieren dedicar a la canción, sino también a las personas que simplemente quieren progresar. La escuela en nuestro país tuvo un deterioro grande, te puedo decir de 18 años o poco más. Es evidente. Hay que rescatarlo, hay que hacerlo progresar, hay que compartirlo y hacer crecer a esas personas que tienen esa fe”.
¿Cuál es la importancia de contar este tipo de historias?
Axel Ricco: “Creo que todas las profesiones son difíciles. Como dice Mario, lo importante es hacerle saber a la gente que se pueden lograr los sueños. Requiere muchas cosas, no sólo de talento, no sólo de ganas, son muchos factores. Puede ser el factor de la educación, de tu entorno, muchos. Lo que sí es un hecho es que todavía se puede. Todavía se pueden lograr los sueños, todavía las familias se pueden reunir y unir, todavía uno puede dar un paso atrás y darse cuenta que se ha equivocado y corregir el futuro. El pasado ya no se puede, pero el futuro sí. Creo que el mensaje que da esta película va directamente a cualquier persona que pueda respirar y sentir. Puede cambiar su condición, puede ser mejor, no importa qué sea lo que busca, no importa cuál sea su sueño. Creo que eso es un poco de todas las cosas que dice la película y llevar ese mensaje a las pantallas está padrísimo”.
MZ: “Una pequeña corrección, ligera pero importante: el pasado no se puede corregir, pero se puede cambiar la percepción del pasado y eso te ayuda muchísimo. Por lo demás estoy de acuerdo contigo”.