Por Noticiascaracol.com

Jade Hatt, una joven niñera inglesa de 20 años, reconoció ante las autoridades que sostuvo una relación sexual con un niño de 11 años, pero sin embargo la justicia la castigó a una condena de seis meses de prisión que fue suspendida y conmutada por dos años de supervisión.

El caso produjo revuelo en Reino Unido y protestas por parte de asociaciones de defensa de la niñez, atribuyendo que la laxitud en la condena obedece a un sesgo machista.

“Claramente, él era un chico de 11 años, maduro, y ella una chica de 20 años inmadura, de forma que se estrecha la diferencia de edad”, indicó el juez del caso, Tim Mousley.

Además de los dos años de supervisión, Jade Hatt permanecerá durante siete años en los registros de agresores sexuales. Así mismo deberá abstenerse de entablar cualquier contacto con menores de edad durante su tiempo de vigilancia.

El padre del menor de edad aseguró que su hijo no estaba afectado de forma traumática por la experiencia y reconoció que el niño siempre había mantenido una obsesión con la sexualidad.

El contacto sexual se produjo el 30 de noviembre de 2014 en la ciudad de Swindon, al sur de la capital de Reino Unido. Era la séptima vez que el pequeño era dejado al cuidado de Hatt.

Un cardenal en el cuello, producto de un apasionado beso, fue notado al llegar por el acudiente del menor, que de inmediato puso de sobre aviso a las autoridades.

La joven fue arrestada y confesó haber sostenido relaciones sexuales. Sin embargo, se excusó diciendo que pensaba que tenía 15 años.  

Dentro de las circunstancias para emitir una condena tan laxa, el juez resaltó la colaboración de la justicia de la mujer, así como que había pasado por situaciones difíciles, como una leucemia en su niñez, además que el menor de edad aparentaba mucha más edad.