Las adolescentes con vida sexual activa están usando métodos anticonceptivos que presentan un considerable margen de error o ineficacia.

Situación que puede estar incidiendo en el aumento del número embarazos precoces.

El condón y la pastilla del día siguiente se han convertido en los métodos de control de la natalidad más populares, pese a que en el caso de preservativo el margen de error es del 20 por ciento, y del 15 por ciento en el de la píldora de emergencia.

En cuanto a la frecuencia en el uso de estos métodos la primera opción es el condón, le sigue la pastilla del día después y luego los implantes.

“En el caso del condón y la píldora de emergencia tienen un porcentaje de error bastante alto”, advirtió la ginecóloga Adriana Pérez Valdés.

Detalló además que el preservativo que posee un mayor control de calidad en el mercado es el Trojan, del cual existe una variedad especial para actividad homosexual masculina, dado que este preservativo está diseñado con una doble capa de látex.

Sobra la pastilla del día después, Pérez Valdés expuso que la mayoría de las adolescentes no la toma adecuadamente.

“No la toman en los días que está indicado, la toman después y ya para qué, por eso se le llama la pastilla del día siguiente”.

Subrayó que el método ideal es el anticonceptivo cíclico oral, para adolescentes, cuya efectividad es el del 99 por ciento, así como el dispositivo, también para adolescentes, que ofrece una seguridad del 93 por ciento.

“La cuestión es que las traigan para orientarlas, que busquen asesoría. ‘A ver hijita, te estás aventando al ruedo, te llevo con un experto, a ver qué nos dice’. Ahora, son consultas gratuitas en todo el sector salud, no tiene por qué fallar”.

Adriana Pérez declaró que al menos en su consulta particular no ha disminuido el número de niñas y adolescentes embarazadas, fenómeno en el que el confinamiento por la pandemia del coronavirus ha jugado un rol fundamental.

“La gente tiene más actividad sexual”, advierte.

La también ex–jefa de maternidad en el Hospital 1 del IMSS, detalló que a lo largo de su trayectoria como ginecóloga la mujer embarazada más joven que le ha tocado atender fue una niña de 11 años y que estaba empezando el sexto grado de primaria.

“He tenido de 13, 14, 15 años”.

En todos los casos fue sexo consensuado.

—¿Y ellas que le dicen sobre la razón de su embarazo?—

- Que no lo piensan. Las mismas niñas te dicen ‘se cierra la neurona y se abre la hormona… así pasa’.

—¿Y usted qué les dice?—

- Que si tomaron la mala decisión de tener actividad sexual cuando todavía su organismo no está preparado, que tomen la buena decisión de cuidar sus embarazos. 

Y precisó que en Saltillo las edades promedio en las que las mujeres comienzan su vida sexual está entre los 12 y los 13 años.

“Bien chavitas empiezan a tener actividad sexual”, lamenta.

Síntoma, añadió, de que persiste una deficiente orientación dentro del seno familiar.

“Tiene que estar uno muy listo, sobre qué está pasando, los cambios, las conductas del adolescente. La comunicación es prioridad”, alerta.

LOS MÁS POPULARES

Mario Alberto González González, ginecólogo, reitero que, desafortunadamente el preservativo sigue siendo el método de anticoncepción más popular entre las y los jovencitos.

“Muy socorrido por la facilidad que tiene para obtenerlo”, aclara.

Y comentó que su ineficacia se debe, en gran medida, a que no se usa en forma adecuada.

“Yo me acuerdo cuando tomé cursos de sexualidad, a nosotros nos parecía ridículo que nos fueran a dar una plática de cosas tan básicas como ponerse un preservativo y la verdad es que tiene su chistesito de cómo aplicártelo, cómo retirarlo o de no seguir con la actividad sexual, después de que ya hubo una flacidez del pene que puede favorecer la salida de semen a través del preservativo y favorecer un embarazo”, explica.

Sin embargo, dice González González, el condón tiene sus ventajas, respecto de los demás métodos:

“Aparte de ser un método de planificación familiar, es un método que te disminuye la probabilidad, no te quita la probabilidad, del contagio de enfermedades de transmisión sexual, pero el mal uso nos fracasa tanto como protección de enfermedades, como para protección contra embarazos”.

El segundo método usado con mayor frecuencia es la pastilla del día siguiente, que no es tan efectivo y que algunas veces provoca en las adolescentes alteraciones en la menstruación.

Mario Alberto González señaló que es muy común la llegada a su consultorio de niñas de 12 ó 14 años, embarazadas.

“Que siguen siendo niñas. No están preparadas desde todos los puntos de vista: económico, psicológico, físico ni social. En realidad, te das cuenta que es la mamá la que tiene que habar por ellas, la suegra”.

—¿Por qué no ha parado el embarazo precoz?—

- Nos ha faltado algo para poder llegarles totalmente, para que ellas entiendan que no es conveniente el embarazo a edades tempranas… Es estar insistiendo tanto en las escuelas como a nivel de la familia, de estarles haciendo ver que si empiezan con su vida sexual hay probabilidad de un embarazo; y la otra, abrirnos un poquito más para, en caso de que vayan a empezar con su vida sexual, que usen métodos de planificación familiar… Nos ha faltado sensibilizar más a las jovencitas para impedir un embarazo en edad temprana, lamenta.