Nietos que no tienen abuela (crónica de Jesús Peña)
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Nietos que no tienen abuela (crónica de Jesús Peña)
A propósito del Mes del Abuelo, estoy recordando un reportaje que publicamos hace algunos años sobre cómo ellos, los abuelos, tienen que soportar la carga actual de los problemas sociales.
No me diga que no conoce casos de abuelos que son abusados, explotados, por sus hijos, quienes los condenan, sin remedio, a vivir en el encierro endilgándoles la responsabilidad, que ya no deberían de tener, de cuidar a los nietos.
Hijos de divorciados, dejados, madres solteras o padres trabajadores, que convierten la morada de los abuelos en guardería o casa hogar.
No hubo que ir muy lejos, encontré con tristeza que sucede en todos lados, en la familia de uno, por supuesto.
Casos de abuelos que en lugar de estar disfrutando su vejez dignamente, viajando por todos lados, gozando de su ocio, que bien se lo merecen, leyendo un buen libro, jugando algún deporte o haciendo lo que les venga gana, tienen que estar cuidando a sus nietos.
Y que por estar cuidando a sus nietos se descuidaban ellos de sí mismos, de su salud física y mental, de su bienestar.
¿Cuántas historias de ese género no circulan por las calles de Saltillo?, yo me encontré con muchas de abuelos y abuelas resignados a hacerla de niñeros y niñeras y lo que es peor, sin sueldo de por medio.
Pero como nunca faltan excusas, y desde que se inventó el Pan Bimbo todos sacan sus barras, los hijos de los abuelos maltratados suelen justificarse con frases como: “les sirve de distracción”, “es que son abuelos muy querendones”, “pa que no se queden solos”, “les hace bien”, “es que no tengo quién dejar a los niños y trabajo” y otras barbaridades por el estilo.
Nadie me lo contó, yo lo vi.
Una cruel realidad, atroz realidad palpable de nuestro tiempo ésta de los abuelos que pasan sus últimos días cuidado nietos, a los hijos de sus hijos.
Eso sí que es no tener abuela…