Hace algunos días, al obispo Raúl Vera se le involucró en el caso de un hombre que salió en libertad antes de cumplir la sentencia a la que fue condenado, se dijo que gracias su apoyo el sentenciado fue liberado.

Este mismo hombre —afirma Vera López—, fue objeto de tortura por parte del Ministerio Público. Las acciones ya fueron denunciadas ante la Comisión de Derechos Humanos en días anteriores. 

El jerarca de la Iglesia Católica señala que se trata de represalias, “pues al Estado no le gustan las críticas que realizo durante las homilías”, dijo. “Me achacan que ese muchacho salió de la cárcel. Que yo lo protegía. Él salió por sus méritos (…). Les molesta que hable de las cosas que tiene el Estado”, agrega.

Asegura que el robo del que se le acusa actualmente al hombre, le fue imputado. Al preguntarle si se trataba de una guerra sucia en su contra, el obispo mencionó que así ha sido desde que estuvo en Chiapas, ahora lo mismo sucede en Saltillo.

Señaló que desde la primera vez que arrestaron el hombre fue torturado y él mismo interpuso la denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos. “La tortura ocurrió desde hace una semanas. Quería que se autoacusara. A golpes lo agarraron. Está reportado ante la CDHEC el atropello. La denuncia se puso inmediatamente”, aseguró.