La NFL está finalizando los planes para insertar un chip en los balones de juego para ser usados en la pretemporada y los juegos de Jueves por la Noche durante la temporada regular, revelaron fuentes de la liga el domingo por la noche.

El Toronto Sun reportó el domingo por la mañana que la liga usaría chips en los llamados “k-balls” (balones que son usados para punto extra y goles de campo) para determinar el potencial impacto de la reducción de los postes en algún momento en el futuro.

La información que obtenga la liga será usada para saber qué tan cerca de los postes se realizan las patadas y con esto ayudar a reconocer si se puede reducir la distancia entre los postes.

La NFL le añadió un nivel de dificultad más a las patadas de punto extra la temporada pasada, alejando la distancia a la yarda 33, con ello se vio una modesta reducción en el promedio de conversión.

Los goles de campo, por otro lado, continuaron en niveles históricos. En 2015, los pateadores conectaron el 84.5 por ciento de los intentos de goles de campo, el segundo promedio más alto en la historia de la liga.

Pero el programa aparentemente tiene una intención más amplia que simplemente la investigación de las patadas.

Los 32 equipos de la NFL fueron informados recientemente de los planes de usar un chip para los balones en todas las jugadas basados en la retroalimentación de varios quarterbacks veteranos. Ellos pedían que el chip fuera similar al balón tradicional y que no afectara en ningún caso el comportamiento del ovoide en el aire.

Por años, la NFL ha investigado la posibilidad de usar chips en balones para ayudar a mejorar la ciencia inexacta en la colocación de la pelota.

Los oficiales ponen el balón en el lugar donde ellos creen que el corredor fue tackleado. El chip proveerá de una colocación más precisa en las jugadas que sean de primero y diez. Además, ayudará a los oficiales a determinar cuándo y si el balón cruzó la línea de gol.

La investigación en este momento sugiere que los chips no son tan confiables cuando el balón está enterrado entre un montón de jugadores.

Durante los pasados dos años, jugadores de NFL y oficiales han usado chips para la localización y niveles de esfuerzo, entre otra información.