Neymar e inflación, el Barcelona explica su naufragio en el mercado de fichajes

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Neymar e inflación, el Barcelona explica su naufragio en el mercado de fichajes

El director de deportes profesionales del FC Barcelona, Albert Soler, durante la rueda de prensa que ofreció hoy tras el cierre del mercado de verano de fichajes. Foto: EFE
El Barcelona apuró las últimas horas del mercado el 1 de septiembre para acometer el fichaje del brasileño Philippe Coutinho, pretendido desde hace meses, pero el Liverpool se mantuvo firme y el mediocampista seguirá jugando en Inglaterra.
Hemos intentado buscar soluciones a la salida de Neymar, pero no hemos podido al final”...
Albert Soler, director de deportes profesionales del FC Barcelona

El Barcelona aseguró que la salida del brasileño Neymar al Paris Saint-Germain (PSG) y la consiguiente inflación en el mercado de fichajes fueron las dos causas que le impidieron cerrar la ventana de traspasos con nuevas incorporaciones.

“Todo cambió con su salida”, aseguró el director de Deportes Profesionales del club, Albert Soler, en una rueda de prensa convocada horas después del cierre del mercado.

“Hemos intentado buscar soluciones a la salida de Neymar, pero no hemos podido al final”, lamentó el directivo.

El Barcelona apuró las últimas horas del mercado el 1 de septiembre para acometer el fichaje del brasileño Philippe Coutinho, pretendido desde hace meses, pero el Liverpool se mantuvo firme y el mediocampista seguirá jugando en Inglaterra.

Así, el club azulgrana cerró el periodo de traspasos con las incorporaciones de Gerard Deulofeu, procedente del Everton ingles (14 millones de dólares), Nelson Semedo, que llega del Benfica (35 millones de dólares), Paulinho, procedente del Guangzhou Evergrande chino (47 milones de dólares) y la adquisición estelar de Ousmane Dembélé, ex del Borussia Dortmund, por 124 millones de dólares, además de otros 47 en variables.

Tras esos fichajes, el Barcelona anunció que aún quedaban una o dos incorporaciones. Pero no llegó nadie más.

El secretario técnico del FC Barcelona, Robert Fernández (i), y el director de deportes profesionales, Albert Soler (d), durante la rueda de prensa que ofrecieron tras el cierre del mercado de verano de fichajes. Foto: EFE

Para el Barcelona, todo cambió el día en que el PSG pagó los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión de Neymar, el fichaje más caro de la historia.

“Neymar ya sabemos cómo se fue”, subrayó hoy con ironía el director deportivo del Barcelona, Robert Fernández, que ofreció explicaciones junto a Soler pero sin el presidente del club, Josep Maria Bartomeu.

“Nos enteramos el día que se va. Ni el presidente ni yo recibimos ninguna información previa. A partir de aquí quien quiera especular que especule”, desafió Soler acerca de la marcha del astro brasileño, que ya conocían sus compañeros de equipo desde la boda de Lionel Messi en Argentina, el 1 de julio.

El directivo azulgrana apeló a la “responsabilidad” del club para justificar su inacción en los instantes finales del mercado. “No hemos querido poner en riesgo nuestro patrimonio. No cruzaremos líneas rojas. Un club de 150,000 socios debe ser gestionado con coherencia”, explicó.

“Hoy podríamos habernos presentad aquí con dos jugadores por valor de 270 millones y entonces hubiéramos cruzado esas líneas rojas", abundó. "La directiva nos pidió una condición muy clara: riesgo cero. Y lo hemos cumplido”.

“El hecho de que el PSG viniera con 220 millones provocó que todo el mundo supiera que teníamos dinero. Y cuando vas así al mercado las peticiones son desorbitadas, nos hemos encontrado con situaciones inverosímiles”, protestó Soler.

“En la última hora del viernes, el Liverpool nos pidió 200 millones de euros (237 millones de dólares) por un jugador que queríamos", añadió en referencia a Coutinho. "Decidimos que la inversión no es viable para no hacer el juego a esta nueva forma de entender el fútbol”.

"Lo que ocurrió en el mercado este año nos conduce a otro modelo completamente diferente. Antes liderábamos este mercado y ahora lo hacen los países y los grupos de inversión", insistió en velada referencia al Paris Saint Germain, al Manchester City, y sus estrechos vínculos con Qatar y Emiratos Árabes, respectivamente. “Los países son ahora los agentes del mundo del fútbol”, lamentó.