Negocio en automático

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Negocio en automático

No cabe duda que el sector de las tiendas de autoservicio y departamentales son de gran importancia para la economía del País, no sólo en términos de su participación en el Producto Interno Bruto, sino además como fuente de empleo para millones de mexicanos, teniendo un crecimiento muy acelerado en los últimos años. Esta evolución los ha llevado a simplificar sus procesos y de alguna manera a optimizar recursos de la mano de la automatización del consumo. 

La automatización de los comercios en México es inminente, cambiar nuestra manera de comprar y pagar, será un reto para ellos. Las tiendas departamentales y supermercados, cada día van implementando mecanismos de consumo que traigan facilidades y optimicen sus actividades diarias en relación con sus clientes, además de bajar sus costos. Esto se daría en mayor medida en la compra de productos que permitan anticipar cantidades y periodicidad. Nótese que la compra de productos alimenticios online ya es una realidad con plataformas internacionales como Amazon. 

Cada vez es más frecuente observar mecanismos de autoconsumo vía páginas web o aplicaciones en los smartphones donde basta con hacer un pedido o selección de productos para que éste sea llevado a la puerta de tu hogar o simplemente definas una hora y pases a recogerlo a la tienda. Otro paso importante será que los establecimientos cuenten con cobro automatizado en las cajas registradoras, pues con sólo pasar tus productos por el lector se te genera tu cuenta y pagas vía tarjeta de débito, crédito o efectivo, sin necesidad de tener un cajero como se hace en los Estados Unidos. 

Para algunos consumidores el supermercado se ha convertido en una pérdida de tiempo y dinero, sin embargo, esta revolución de consumo también supone un cambio en la relación entre las marcas y el propio consumidor, pues la visita semanal al supermercado se convierte en opcional y es que muchas de las categorías automatizables son de alta rotación o productos de consumo diario muy predecibles. 

Otra disyuntiva es que si automatizamos el proceso de que cada semana nos lleguen a casa ciertos productos, dejaremos de lado las promociones, las guerras de precio entre competidores o  incluso no conoceremos las novedades en el sector. 

Esta nueva realidad obliga a las tiendas y marcas a innovar en sus formas de llegar al consumidor, además pone en desventaja a los que no poseen la capacidad financiera para implementar mecanismos e infraestructura de automatización según lo vaya requiriendo el mercado. Ellos tienen que considerar que al ser una compra hecha de manera automática, seremos menos receptivos a probar nuevos productos, comparar precios o aprovechar promociones al instante. Veremos cómo se va desarrollado este tema.