Necrológicas. Fidel Castro, el protagonista revolucionario del siglo 20
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Necrológicas. Fidel Castro, el protagonista revolucionario del siglo 20
Si Fidel Castro hubiera muerto hace 10 o 15 años, quien habría desaparecido era una figura histórica muy distinta de la que se despidió este viernes. Cuando una grave enfermedad intestinal lo obligó a apartarse del poder, en el verano de 2006, el político cubano comenzó a ser algo diferente de lo que había sido desde que organizó el asalto al cuartel Moncada, en los primeros meses de 1953. Quien murió es la sombra o el espectro de aquel.
Por más de 50 años, aquel Fidel dedicó la mayor parte de sus muchas energías físicas e intelectuales a un oficio que rebasa el territorio de la política: la conspiración. Desde muy joven, Castro dijo adiós, para siempre, a la política democrática, y se entregó en cuerpo y alma a lo que él y la mayoría de los jóvenes de su generación entendían por una “política revolucionaria”.
Esa manera de concebir y practicar la política se basaba en el diseño y conservación de un grupo de personas comprometidas y leales a un líder máximo -el propio Fidel- y a un proyecto político encaminado a la toma violenta del poder, primero, y a la transformación integral de Cuba y de sus relaciones con el mundo, después. El asalto al cuartel Moncada, el exilio en México, el desembarco del yate Granma en el Oriente de Cuba y la guerrilla de la Sierra Maestra serían momentos clave de la primera fase de aquella empresa: la conquista del poder.
Luego de la llegada al poder vendría lo más difícil: la transformación de ese país caribeño, a base de igualdad pero también de supresión de libertades, y el aprovechamiento del capital simbólico de la revolución en la búsqueda de una incidencia en el rediseño del mundo, durante la Guerra Fría. Habría que reconocer que Fidel Castro también logró este segundo objetivo, más ambicioso, aunque con altas y bajas.
La muerte biológica de Fidel se ha producido varios años después de su muerte política. Si el que hoy desaparece es la sombra o el espectro de quien rigió los destinos de Cuba por casi medio siglo, la muerte de Fidel no debería tener mayor impacto en la realidad de la isla.
La ceremonia del duelo será prolija en discursos melancólicos y restauradores, pero cuando se disipe la bruma funeraria, las reformas iniciadas por Raúl Castro continuarán y, tal vez, se profundizarán. A medida que esa transición a un capitalismo de Estado se acelere y la nueva Cuba del siglo XXI se perfile socialmente, el legado de Fidel Castro tendrá mayores posibilidades de rearticulación.
El país que saldrá de este periodo confuso de la historia de Cuba será -ya es- muy diferente al que intentó construir la revolución hace medio siglo
ENTÉRESE
> Estrenó su poder caudillista el 1 de enero de 1959 tras derrocar a tiro limpio al régimen de Batista.
> El líder cubano llegó a pronunciar más de 2 mil 500 discuros.
> En 1959 batió récord de nueve horas seguidas hablando