Torreón, Coah. Actualmente existe una gran escasez de sacerdotes que hace necesaria su reubicación en los municipios de Matamoros, San Pedro, Viesca y Francisco I. Madero, reconoció el Obispo Luis Martín Barraza Beltrán, quien cumplió nueve meses al frente de la Diócesis de Torreón.

Cada sacerdote debe atender en promedio a unos 20 mil habitantes, situación que se resiente sobre todo en las periferias de cada uno de los municipios.

Por ello la rotación de capellanes que se está haciendo es necesaria, labor que está a cargo de la Pastoral Vocacional. 

Actualmente se cuenta con varios jóvenes en proceso de discernimiento vocacional, el cual terminará dentro de unos meses, tiempo en el que decidirán si ingresan al Seminario de Torreón y se conviertan en trabajadores en la mesa del Señor, indico.

También señaló que el próximo mes de octubre concluirá la rotación de sacerdotes en las diferentes parroquias de la Diócesis de Torreón, como parte de los cambios emprendidos para acercar a los fieles a la Iglesia.

Monseñor Barraza Beltrán, informó que los cambios de sacerdotes que se viven en las parroquias, es porque ya tenían más de siete años en las iglesias, período en que cumplieron su ciclo y otros más por llegar a la edad canónica para presentar su renuncia.

Lo que se busca es abrir la vida de las parroquias y que haya novedad en las actividades, ya que había voces de que había círculos muy cerrados en determinados grupos de gente.

Los sacerdotes tienen voto de obediencia, el obispo agradeció las peticiones de diálogo de las comunidades donde destacan la labor de algunos sacerdotes en su ministerio.

Como parte de los cambios, la próxima semana el padre Armado López, quien permaneció durante 20 años en la parroquia San Pedro Apóstol de la colonia San Isidro de Torreón, ahora se hará cargo de la iglesia del mismo nombre en el municipio de San Pedro de las Colonias, Coahuila.