Navidad: ¿Familia en riesgo?

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Navidad: ¿Familia en riesgo?

Navidad es un tiempo de tradición y familia. Navidad es considerada la época más importante del año cuando todos los miembros de la familia se reúnen para celebrar la Natividad de Jesús. Sin embargo, no es un buen momento para reunirnos, al menos, por este año.

Un estudio reciente, “A social identity perspective on COVID-19: Health risk is affected by shared group membership” (Una perspectiva de identidad social en COVID-19: El riesgo para la salud afectando por la afiliación compartida al grupo) publicado el mayo pasado, afirma que las reuniones de familia extendida aumentan el riesgo de contagio. La razón que da la investigación por el alto peligro de transmisión en familia es porque nadie se atreve a exigir el uso de cubrebocas o una sana distancia: “Maestro, dígame cómo le puedo decir a mis nueras que usen tapabocas en mi casa porque lo pueden tomar mal y enojarse. Les pedimos que vengan a diferentes horarios, pero no los respetan y todos llegan al mismo tiempo. No puedo rechazarlos porque ya no traerán a los nietos. ¿Qué hago?”.

El noticiero americano CBS publicó el mes pasado la noticia que en Canadá aumentaron en número de casos de COVID-19 en el día de Acción de Gracias (Thanksgiving) según los datos de la Universidad John Hopkins. Las reuniones familiares detonaron los contagios en Canadá después de dos semanas de las celebraciones. Debemos aprender de esta experiencia y estar alerta del gran riesgo de la familia si no tomamos medidas de seguridad para vivir una Navidad diferente.

Recordemos que el contagio es de persona a persona y se incrementa el riesgo en lugares cerrados, poca distancia entre ellas y el no uso del tapabocas. Sin embargo, en las reuniones familiares las conductas comunes son la cercanía, saludarse de mano y beso en la mejilla, compartir bebidas. Es muy complicado cumplir con las normas de seguridad, sobre todo porque existe la creencia que entre la familia es más importante la confianza que obedecer las sugerencias de sanidad para evitar el contagio. La mejor forma para celebrar la Navidad es como nuestros hijos han cursado su año escolar: a distancia. Vivamos una Navidad con un distanciamiento físico, pero esto no impide que tengamos cercanía afectiva con nuestros seres queridos.

No tiremos a un bote de basura las experiencias que han tenido otros países cuando las familias no respetan las normas de seguridad para evitar el contagio. Pensemos por nuestros padres y abuelos. Con una persona que tenga el virus lo transmitirá a todos de la casa. Entiendo que Navidad es una celebración muy importante en nuestra cultura, pero primero está nuestra salud y seguridad. Ojalá lo pensemos y busquemos otras formar para vivir Navidad en familia. Muy Feliz Navidad para ustedes y su familia.