Navidad: comer dulces y gente

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Navidad: comer dulces y gente

La celebración de la Navidad cristiana es muy antigua pero no tanto como la cristiandad misma. La gran fiesta fue y debería seguir siendo la Resurrección pero los creyentes han ido destacando lo que está más cercano a sus problemas, gustos y circunstancias. A pesar de que el relato del nacimiento de Jesús es muy hermoso no se le dio demasiada importancia. La pasión y muerte, con la Resurrección, era la que merecía un punto aparte. La gente a menudo decide cosas sin preguntar a sus superiores si es coherente con la doctrina o no. Me viene a la mente una ceremonia que por casualidad gocé: tuvo lugar en Ávila, España. Veneran  una imagen de la Virgen María (ni recuerdo su evocación) a la que un domingo de mayo sacan a pasear por las calles. Una orquesta camina adelante tocando un pasodoble (adivine cuál: “El Gato Montés”.) Atrás vienen los jóvenes con la plataforma en que ataron fuertemente la estatua. Conforman una cofradía mariana que data de siglos. 

Para mi sorpresa, hacen bailar a María. Esto parece irrelevante pero el obispo ha prohibido en repetidas ocasiones ese baile, por irrespetuoso, y la gente le responde que él puede quedarse en casa porque ellos bailarán con su Virgen.

Una prueba más de que las autoridades proponen y el pueblo dispone. No dejo de lado algo raro: “El Gato Montés”, tengo entendido, es un pasodoble mexicano (si me equivoco pido perdón a los taurófilos).

Se sabe que san Francisco de Asís creó el primer nacimiento: el establo con figuras para que los cristianos venerasen al niño Dios. Ocurrió en el siglo 13, o sea más de mil años después de que tuvo lugar ese nacimiento. De ahí para acá se ha seguido el ejemplo y se ha creado y recreado esa representación iconográfica. 

Al establo se le pusieron ángeles, animales, pastores, la estrella, un diablo, un ermitaño y así. En Saltillo eran famosísimos los nacimientos de Robertito Guajardo y de la señora Julieta Guerra. Cientos  de personas iban a verlos porque año tras año les hacían cambios significativos agregando cuadros, trucos, aparatos para mover las imágenes y así…

En España y por lo tanto en México se dio más importancia a los Reyes Magos y no tengo idea de por qué. El padre Antonio Usabiaga gritaba en el sermón del 24 que ni eran reyes ni eran magos ni eran tres así que pedía o exigía centrarse en el misterio y dejar de lado la paja.

De los países nórdicos y luego de los gringos llegó el Santo Clós, Santa Claus o San Nicolás. Claro que ellos no lo inventaron sino que fueron deformando poco a poco al original. Éste era de la Turquía actual, de donde salió el hombre que se hizo célebre por su santidad. Déjeme decirle que ese Saint Niklas (santa Claus) es san Nicolás, obispo de Bari. Pues bien, en uno de los muchos recorridos que él hacía para visitar a sus fieles llegó hambriento a una posada y pidió algo de comer. El tabernero le dijo que se lamería los dedos con lo que le iba a servir. Nicolás pasó a la trastienda donde se guardaban los toneles de carne en salmuera (no había refrigeradores) y al levantar la tapa del barril encontró a dos niñitos a los que se les cortaban lonjas para alimentar a los caminantes. Hizo un gran coraje, oró y tomando a un niño difunto con cada  mano, invocó a Dios y sacó a las criaturas vivas. A partir de ahí se representó a San Nicolás dando regalos a los chiquillos. Es el origen del santoclós actual, con su mitra (el gorro de obispo) y su traje rojo (también de obispo).De un acto de canibalismo surgió esa figura tan amada de los niños y tan simbólica.

Ese acto de comer gente todavía aparece en la época actual. ¿Se ha enterado usted que los magistrados de la Suprema Corte recibirán como aguinaldo la cantidad de 489 mil pesos (además de su salario mensual de 300 mil)?

Esos sí que tienen un buen santoclós que no es otro que nosotros mismos, los ciudadanos. Ellos nos comen y no en salmuera sino vivos y no hay esperanza de que un San Nicolás nos venga a rescatar. Tener gobernantes ratas: esa es nuestra fatalidad. De ahí que nuestro obispo Raúl Vera proponga una nueva Constitución cuyo artículo principal diga: ratas y cucarachas serán expulsadas de la República.