Narra matrimonio saltillense el viacrucis de hacer home office y apoyar a sus hijos en las clases a distancia
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Narra matrimonio saltillense el viacrucis de hacer home office y apoyar a sus hijos en las clases a distancia
En medio de las clases desde casa, el home office y los quehaceres del hogar el reto es importante para los padres de familia, quienes de manera abrupta desde hace nueve meses tuvieron que modificar su plan de trabajo, y llevar las clases a distancia para que sus hijos continúen con su preparación académica.
A decir de los propios padres de familia, los contratiempos son muchos y han entorpecido la planificación que tenían para cumplir con el trabajo de la oficina, las tareas y los trabajos del hogar y en el tiempo efectivo que los padres e hijos pueden dedicar a las clases virtuales.
Nancy Gámez y Esteban Hernández, jamás previeron que las actividades, propias de dos niños de primaria terminarían convirtiéndose en un verdadero viacrucis.
El matrimonio, que trabaja en una empresa de contabilidad, por un tiempo se enfrentó al reto de dejar el home office y encontrar quién cuidara de sus dos hijos de tercero y quinto de Primaria, pero ahora al regresar por completo al trabajo en casa por decisión de sus jefes y el temor a contagiarse, ahora su mayor reto es el de dividir su tiempo para realizar todos sus pendientes en un solo día.
“Al principio fue sencillo porque los horarios de los niños son diferentes y podríamos acomodarnos para estarlos vigilando y ayudándoles, pero cada día las tareas son más pesadas tienen que complementar con clases en otras plataformas y hasta tareas en grupo que nos consumen toda la mañana y tengo que prestarles también mi computadora”, apunta Nancy.
Aunado a ello, Nancy debe cumplir con su rol de ama de casa, mientras que Esteban se encarga de realizar trabajos de carpintería que le solicitan y con los que obtiene un ingreso extra para la familia.
“A veces está ella en Zoom con los niños y yo tengo que prender la motosierra o martillar algo y es molesto porque la casa es pequeña y todo se escucha, pero los tiempos ya no nos dan para hacer todo como quisiéramos”, añade Esteban.
“Por eso hemos optado porque a veces los niños deben irse a casa de mi suegros mientras nosotros tenemos que avanzar con algún reporte o atender alguna junta pendiente”, cuenta Nancy.