‘Narcos’ recobra su imperio
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‘Narcos’ recobra su imperio
Hace tres años, Netflix sorprendió con el estreno de “Narcos”, la serie gringa que relata el operativo de años montado en Colombia para terminar con el reinado de Pablo Escobar. Las primeras dos temporadas fueron muy exitosas, sobre todo porque nos sorprendieron con una producción que le invirtió todos los recursos –financieros y creativos– para llevarnos hasta el Colombia de hace tres décadas y contarnos una historia sobre violencia, poder y dinero que conjuntaba acción y contenido al enfocarse en personajes bien estructurados. Claro que cuando terminó la segunda temporada y se anunció que la siguiente entrega se centraría en la desarticulación del cartel de Cali, con Damián Alcázar como el nuevo capo a la cabeza, surgió la duda de si “Narcos” podría sostener el proyecto.
Elenco nuevo (la mayoría), historia nueva, pero una misma constante. La tercera temporada continúa manteniendo sus valores de producción impecables y su ritmo vertiginoso. Ahora bien, la cuestión narrativa cambia un poco. Damián Alcázar es un maestro de la actuación, es un grande, sin embargo, su personaje (Gilberto Rodríguez Orejuela, “El Ajedrecista”) es menos provocativo para la ficción que el de Pablo Escobar. No quiere decir que su participación deje debiendo, sino que tarda más tiempo en mostrar sus matices y también en atraparnos.
La temporada inicia con el nuevo rey de las drogas en Colombia después de la muerte de Escobar, el cartel de Cali, pactando un acuerdo con el gobierno para entregar su imperio. Después de caer el líder del cartel de Medellín, los hermanos Rodríguez deciden que para no terminar como él, lo mejor es firmar un pacto de rendición que les consiga paz, condenas cortas y la integridad de su dinero, a cambio de dejar para siempre el negocio. Tienen seis meses para sacarle todo el jugo posible y luego retirarse con elegancia. Los mismos seis meses que tiene la DEA para atraparlos.
Es nuevamente el juego del gato y el ratón. Pero los pactos que no consiguió Escobar con sus amenazas, sí los mantuvo Gilberto Rodríguez con buenas sumas de dinero, así que los agentes estadounidenses tendrán que lidiar con todo tipo de corrupción en Colombia.
La tercera entrega también nos regala actuaciones especiales grandiosas. Edward James Olmos y Wayne Knight en pequeñas, pero riquísimas apariciones; José María Yazpik y Margarita Rosa de Francisco entre los rostros latinos que nos encantan, y Gabriel Ripstein como director invitado.
De nueva cuenta, recomendaciones para ver “Narcos”: 1. Recuerden que es una serie realizada por Gringolandia, así que no hagan corajes cuando los vean en el papel de los héroes. 2. No piensen en “Narcos” como en un documental. Es ficción y como tal, se da sus licencias para entretenernos, entretejer historias secundarias y crear personajes. 3. Aguas con la violencia, que aunque no es tan constante como se muestra en el trailer, si tiene bastante de perturbadora, sobre todos para quienes ya estamos cansados de la apología al narco.
Mi calificación: 75 de 100. Mi Twitter: @CalladitaR