Aunque en Brasil ya se impusieron algunas restricciones para intentar contener el contagio del nuevo coronavirus en el país, el presidente Jair Bolsonaro se ha negado a decretar el confinamiento de la población por considerar a la enfermedad una simple “gripecita”. Según el mandatario, es innecesario generar “histeria” y “pánico”.

Frente a esta postura, algunas organizaciones de narcotraficantes locales han decidido imponer sus propias reglas y ordenar un “toque de queda” en las favelas brasileñas. A través de las redes sociales, los criminales advirtieron a las poblaciones de Rio das Pedras, Muzema y Tijuquinha no salir de sus casas después de las 8:00 p. m.

“¡Atención a todos los residentes de Rio das Pedras, Muzema y Tijuquinha! Toque de queda a partir de hoy a las 20:00 h. Quien sea visto en la calle después de esta hora aprenderá a respetar el prójimo”, expresa un comunicado enviado por el Comando Vermelho, recoge Globo.

“Ahora vas a quedarte en casa por las buenas o por las malas”, continúa el escrito.

El mensaje fue difundido también puerta a puerta en las favelas y con megafonía o altavoces en coches. Algunos paramilitares que también controlan ciertos barrios de las ciudades brasileñas se han sumado a la advertencia.

“Queremos lo mejor para la población. Si el Gobierno no tiene capacidad para arreglarlo, el crimen organizado lo resolverá”, concluyen.

El “toque de queda” impuesto por estos grupos de criminales exceptúa los servicios de farmacias.

En Brasil, donde el nuevo coronavirus ha infectado a más de 2200 personas, las áreas más vulnerables frente al riesgo de propagación de la enfermedad se encuentran en las favelas. Alrededor de 12 millones de personas viven en estos lugares, en hacinamiento, escasez de agua y limitado servicio sanitario.