Napito llega a Piedras Negras en avión que cuesta 120 mil pesos por hora

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Napito llega a Piedras Negras en avión que cuesta 120 mil pesos por hora

El senador por Morena llegó a Piedras Negras en un avión privado./ Cortesía
Aunque el Presidente de la República viaja en vuelos comerciales, el senador y líder minero usa una aeronave privada

Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a Saltillo en un vuelo comercial, el senador por Morena, Napoleón Gómez Urrutia, llegó a la ciudad de Piedras Negras en un avión privado cuya cuota por hora de vuelo es de aproximadamente 120 mil pesos, según fuentes del sector aeronáutico.

Gómez Urrutia pidió rescatar los cuerpos de los mineros que murieron en Pasta de Conchos. /Excélsior

La aeronave es Bombardier Challenger 600, con matrícula de Estados Unidos N304CT, y cuenta con capacidad para 19 pasajeros, según las fuentes.

El Presidente viajó en un vuelo comercial a Saltillo, el cual tiene un costo máximo de hasta 4 mil 68 pesos en Aeroméxico; sin embargo, la hora de vuelo en una aeronave privada como en la que llegó el senador puede llegar a costar hasta 120 mil pesos, según fuentes del sector aeronáutico.

El costo de la hora de vuelo en la aeronave que llegó el Senador puede costar hasta 120 mil pesos.

El también líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, llegó poco después de las 9 de la mañana al aeropuerto de Piedras Negras, en la frontera norte del País.

Desde ahí se traslado en un convoy de suburbans al mitin que se organizó con motivo del decimotercer aniversario del accidente en la Mina de Pasta de Conchos, donde murieron 65 mineros, y cuyos cuerpos permanecen en las entrañas de la tierra.

Gómez Urrutia refrendó su compromiso con las familias de las víctimas de Pasta de Conchos, para que se reabra la investigación y se recuperen los cuerpos de los mineros.

Sin embargo, el propio líder sindical es señalado por su presunta responsabilidad en el accidente, pues el Sindicato suscribió días antes del accidente actas en las que avalaban perfectas condiciones de seguridad en la mina de Grupo México.