“Nada puede superar a un gol frente a 70 mil personas”: Rummenigge

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“Nada puede superar a un gol frente a 70 mil personas”: Rummenigge

El alemán Karl-Heinz Rummenigge es uno de los hombres más poderosos del fútbol mundial. Foto DPA
"No es que desee volver a tener 20 años, pero la época como jugador fue la mejor", confesó el presidente del consejo de administración del Bayern

Múnich, Alemania.- El alemán Karl-Heinz Rummenigge es uno de los hombres más poderosos del fútbol mundial como jefe del Bayern Munich y presidente de la asociación de clubes europeos ECA. Sin embargo, el ex delantero añora los años en los que marcaba goles en estadios llenos de público.

"No es que desee volver a tener 20 años, pero la época como jugador fue la mejor", confesó en una entrevista con dpa el presidente del consejo de administración del Bayern, que mañana cumplirá 60 años.

"Mi segunda carrera me divierte mucho también, pero nada puede superar la experiencia de marcar un gol frente a 70.000 personas", agregó el dos veces subcampeón mundial, que habló también sobre la continuidad de Josep Guardiola, las elecciones a la FIFA o la salida del club de Bastian Schweinsteiger.

dpa: Franz Beckenbauer es la figura carismática y Uli Hoeness era el patriarca del Bayern. ¿Qué es usted?

Rummenigge: Franz Beckenbauer fue la persona más importante en la historia del Bayern Múnich. La historia de éxito no empezó por casualidad con él en los años 70. Y Uli Hoeness fue para mí el espíritu rector del Bayern. Yo estoy feliz de haber podido jugar con ellos, lo que me motivó mucho y me empujó a mejorar. Ante Franz, como jugador, simplemente escuchaba y callaba. Así es como aprendí. Y en mi segunda etapa fue una inspiración colaborar con Franz y Uli en la dirección. Fueron muy importantes para mí.

dpa: Hoy los jugadores jóvenes se comportan de una manera muy distinta a su época. ¿Cómo lo percibe?

Rummenigge: Antes nosotros no teníamos asesores. A veces me sonrío cuando veo a los chicos. Mitchell Weiser (ahora en el Hertha Berlín) entró en la oficina con su novia. Yo pensé: vaya, qué está pasando aquí. Pero tengo la ventaja de tener cinco hijos y sé que esta generación es algo más atrevida que en mi época.

dpa: ¿Cómo era entonces el Bayern?

Rummenigge: Con el entrenador de entonces, Robert Schwan, si se daba un caso de arrogancia, uno podía terminar arrastrando 15 maletas de metal del autobús al vestuario y luego otra vez de vuelta.

dpa: ¿Le gustaría volver a los 20 años?

Rummenigge: No es que desee volver a tener 20 años, pero la época como jugador fue la mejor. Mi segunda carrera me divierte mucho también, pero nada puede superar la experiencia de marcar un gol frente a 70,000 personas. Este año firmamos buenos contratos de patrocinio, pero la alegría no es la misma que cuando se marca un gol en el estadio.

dpa: Primero jugador, luego vicepresidente y luego presidente. ¿Puede un jugador hoy en día, en el fútbol actual, repetir una carrera así?

Rummenigge: Creo que sí, y sobre todo en el Bayern. Siempre aspiramos a abrir una puerta a los ex jugadores para esta segunda carrera. Yo personalmente deseo que esto suceda en el futuro.

dpa: ¿Philipp Lahm, por ejemplo, o también Oliver Kahn?

Rummenigge: Conocen bien el club. Tienen capacidad deportiva. Y buenas cabezas. El factor decisivo sería atraerlos para que adquieran también la competencia económica. Eso no se puede aprender en una universidad.

dpa: No es un hombre impulsivo como Uli Hoeness, sino más bien un estratega pragmático. ¿Cómo encaja eso en el Bayern?

Rummenigge: Vengo del este de Westfalia. Allí son más racionales que en Baviera. No pretende tampoco cambiar eso. Yo sigo hablando alemán y no bávaro. El fútbol es emoción, pero hay que combinarla con la racionalidad que exige la dirección.

dpa: El fichaje de Schweinsteiger por el Manchester United afectó emocionalmente a los fans.

Rummenigge: Comprendo que hubiera una reacción emocional, pero también es importante que haya un ámbito para la razón. Bastian quería jugar una vez en el extranjero antes de acabar su gran carrera. Lo pensó bien. Tenemos un mundo distinto, también en el fútbol.

dpa: ¿Cómo es ese mundo nuevo?

Rummenigge: El fútbol hoy no es sólo deporte. El fútbol es también un gran negocio. No hablamos ya de millones, sino de miles de millones. Sé que el deseo de los fans es tener a un jugador nacido aquí, formado aquí, que debute a los 18 y que marque goles todas las semanas: su nombre es Thomas Müller.

dpa: ¿Y los fans querrían tener once Thomas Müller?

Rummenigge: Probablemente sí, pero eso ya no existe más en Europa. El Bayern sigue siendo de los clubes con más jugadores del propio país, de nuestro entorno cultural. Ese romanticismo se lo permiten ya pocos clubes. Nosotros intentamos mantenerlo, pero es cada vez más difícil.

dpa: ¿Qué retos le esperan al Bayern en los próximos años?

Rummenigge: En los últimos diez años aceleramos al máximo porque teníamos un sueño: queríamos al Bayern en lo más alto de Europa. Lo conseguimos. Ahora nuestra tarea y compromiso es mantenernos ahí arriba.

dpa: ¿Cómo se hace?

Rummenigge: Para eso hace falta dinero, aunque suene poco romántico. En la Bundesliga somos "top" en todos los campos: patrocinio, merchandising. Pero en la venta de los derechos televisivos, Alemania, el país económicamente más fuerte de Europa, está el último en el ranking de las grandes ligas. Eso no puede ser. Todos debemos tener un interés vital en subir las cifras de la televisión. Si no, veo en duda la capacidad competitiva de la Bundesliga internacionalmente.

dpa: ¿También la del Bayern?

Rummenigge: También sería difícil para nosotros en lo internacional, no en lo nacional.

dpa: ¿Dónde quiere al Bayern cuando cumpla 70?

Rummenigge: Hans-Joachim Watzke (gerente de Borussia Dortmund) dijo hace poco que ve al Bayern ahora con Barcelona y Real Madrid en la máxima categoría en Europa y que eso era algo que no había pensado que fuera posible. Esto es lo más grande que hemos hecho en los últimos 20 años en el Bayern, ser nombrados en la misma frase con Barcelona y Madrid.

dpa: ¿Quiere que Michel Platini sea el nuevo presidente de FIFA y le gustaría a usted acabar en su puesto como jefe de UEFA?

Rummenigge: No, no, para nada. No sé cuánto seguiré en el Bayern, pero luego se terminará el capítulo del fútbol. No quiero una carrera en una federación. Yo confiaría en Michel para unificar de nuevo el mundo del fútbol. El tiene un don: juntar a la gente. En la actual problemática de la FIFA, es importante reconstruir la confianza.

dpa: Usted viajó mucho por el mundo. ¿Hay algún lugar especial al que le gustaría ir?

Rummenigge: Mi ciudad favorita fue siempre Buenos Aires. Esa ciudad me inspira. Multicultural, la cocina, la gente, el fútbol. Antes viajaba a menudo con Uli Hoeness una semana por Sudmárica viendo jugadores. En el fútbol de hoy por desgracia eso ya no se puede hacer.

dpa: ¿Baila tango?

Rummenigge: Por desgracia no, aunque le pese a mi mujer, que baila muy bien. Uno de mis mayores handicaps: no puedo ofrecerle un buen baile.

dpa: Una cuestión clave hay que resolverla antes de final de año. ¿Se quedará Guardiola como entrenador?

Rummenigge: Una cosa está clara: tenemos un buen equipo y un buen equipo necesita un buen entrenador. Lo tuvimos con Jupp Heynckes, y lo tenemos actualmente con Pep Guardiola. Soy absolutamente optimista de que Pep siga más allá del 30 de junio de 2016. El entrenador se siente bien. Tiene un buen equipo. Múnich como ciudad es muy práctica. Hay mucho en la balanza para que Pep Guardiola se decida por el Bayern Múnich