El británico Andy Murray se torció hoy el tobillo de forma aparatosa en el tercer set de su partido ante el ruso Andrey Rublev, pero todo pareció quedar en un susto, pues acabó clasificándose a la tercera ronda del Abierto de tenis de Australia.

El número uno del mundo se impuso por 6-3, 6-0 y 6-2 a Rublev en la cancha central, que contuvo el aliento cuando con 1-1 en el tercer set Murray apoyó mal el pie derecho, se torció el tobillo y se cayó al suelo.

"No parece nada serio, al final me pude mover bien", dijo Murray nada más acabar el partido en la Rod Laver. "Me pondré después un poco de hielo".

El británico parecía mucho más preocupado en los instantes después de su caída, cuando solicitó al juez de silla que llamara al fisioterapeuta. "No está bien, no está bien", espetaba Murray a su palco. "No son buenas noticias".

Pudo acabar sin problemas el partido y ahora podrá tratarse hasta el viernes, cuando se medirá por un lugar en los octavos de final al estadounidense Sam Querrey, que superó por 7-6 (7-5), 6-0 y 6-1 al joven local Alex de Miñaur.

Campeón de tres grandes, Murray busca su primer título en el Abierto de Australia, donde perdió las cinco finales que disputó. El escocés de 29 años cayó ante el suizo Roger Federer en la final de 2010 y ante el serbio Novak Djokovic en las de 2011, 2013, 2015 y 2016.

Este año llega sin embargo al primer Grand Slam del año tras haber cerrado en 2016 la mejor temporada de su carrera. Perdió las finales de Australia y Roland Garros, pero después conquistó Wimbledon, se colgó el oro olímpico en Río 2016 y acabó escalando a lo más alto del ranking mundial para destronar a Djokovic.