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Muro de Trump no frenaría el flujo de drogas a Estados Unidos
Mientras el presidente Donald Trump exige que el Congreso proporcione 5,700 millones para un muro fronterizo, insiste en que una nueva barrera física frenaría el flujo de heroína que ingresa en Estados Unidos desde México, pero las estadísticas, los analistas y los testimonios en el juicio del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán en la ciudad de Nueva York muestran algo totalmente diferente: la mayoría de las drogas duras que ingresan a Estados Unidos desde México pasan a través de cruces fronterizos terrestres vigilados por agentes y no por secciones abiertas de la frontera.
"Nuestra frontera sur es una ruta para grandes cantidades de drogas ilegales, incluida la metanfetamina, heroína, cocaína y fentanilo. Cada semana, 300 de nuestros ciudadanos mueren a causa de la heroína, de la cual 90% ingresa a través de nuestra frontera sur", dijo Trump durante un discurso sobre seguridad fronteriza la semana pasada.
Al siguiente día, tuiteó: "¡Estos números bajarían drásticamente si tuviéramos un muro!”.
David Shirk, profesor de ciencias políticas y de relaciones internacionales en la Universidad de San Diego y quien se especializa en las relaciones entre Estados Unidos y México y las políticas fronterizas opinó: "hemos estado reforzando las barreras físicas a lo largo de la frontera durante 20 años y no hemos visto ninguna diferencia demostrable en el flujo de drogas”.
"Las drogas entran a través de varias formas que no se pueden detener con un muro, ya sea por barco, submarino, túneles, catapulta o dron", agregó.
EN LA FRONTERA
La frontera suroeste de Estados Unidos "continúa siendo el principal puerto de entrada de la heroína" al territorio estadounidense, dijo la DEA en la evaluación de amenazas de drogas de 2018.
Agregó que la mayoría de sus incautaciones de heroína en la frontera se realizaban en cruces oficiales, llamados puertos de entrada, en California y cada vez más en Arizona. La droga ingresa en automóviles escondida en la estructura y en camiones de carga, donde está oculta en bienes importados legalmente.
Una cantidad mucho menor de heroína fue confiscada de personas que cruzan la frontera, generalmente a pie.
"¿Por qué molestarse en caminar por el desierto con una pequeña cantidad de droga si es mucho más fácil y rápido ingresarla en automóvil a través de un puerto de entrada?", preguntó Adam Isacson, director de supervisión de defensa de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, un grupo sin fines de lucro que dice que el muro de Trump no mejorará la seguridad fronteriza.
Las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza mostraron que 2.180 kilogramos (4,813 libras) de heroína fueron confiscados en cruces fronterizos en un periodo de 11 meses que terminó el 31 de agosto. La Patrulla Fronteriza, que vigila las grandes áreas entre los cruces, incautó 241 kilogramos (532 libras) de heroína en los mismos 11 meses.
Las estadísticas indican que los cargamentos más voluminosos de marihuana son traficados entre puertos de entrada que en ellos. La Patrulla Fronteriza confiscó aproximadamente 200,000 kilogramos (440,000 libras) de marihuana en el periodo de 11 meses, comparados con los 127,000 kilogramos (280,000 libras) incautados en los cruces.
LOS RESIDENTES
Sin embargo, algunas personas que viven cerca de la frontera creen que un muro frenaría el flujo de drogas duras a Estados Unidos.
Sue Chilton, esposa del ganadero Jim Chilton que ha operado un rancho de 20,200 hectáreas (50,000 acres) en el sur de Arizona durante más de tres décadas, dijo que han visto ingresar "de todo" a su tierra, que incluye un tramo de 8 kilómetros (5.5 millas) a lo largo de la frontera internacional.
"Hay dos formas de verlo", comentó. "También podrías decir que han tenido más éxito en los cruces fronterizos porque tienen las unidades caninas y el equipo y no tienen esas herramientas entre las zonas”.
"Si tienes 10 personas de pie en una esquina y nadie en la otra esquina, ¿dónde crees que van a atrapar al ladrón?", preguntó.
LA VISTA DESDE EL SUR
Alejandro Hope, exfuncionario de inteligencia mexicano que actualmente es un analista de seguridad independiente, dijo que un nuevo muro como una estrategia contra las drogas es básicamente un ejercicio sin sentido.
Señaló las recientes incautaciones de droga en México, que incluyen 42 kilogramos (92.5 libras) de metanfetamina hallada en el aeropuerto de Tijuana, una ciudad limítrofe con San Diego, a un pasajero que la había llevado escondida en un queso en un vuelo comercial proveniente de Culiacán, capital del estado de Sinaloa.
Ese mismo día, 24 kilogramos (53 libras) de cocaína fueron encontrados dentro de las puertas de un automóvil interceptado entre Monterrey y Reynosa, colindante con McAllen, Texas. Además, paquetes que contenían 29 kilogramos (64 libras) de cocaína fueron retenidos en el puerto de Tuxpan, en el estado de Veracruz en la costa del Golfo de México, en un barco de carga que venía de Barranquilla, Colombia, con destino a Nueva Orleans.
Hope dijo que es muy probable que esos envíos estuvieran destinados a los cruces fronterizos debido a que no tiene sentido que los redirigieran a zonas más remotas, donde las personas cruzan la frontera de forma ilegal a pie.
Añadió que es más difícil decir dónde tenían planeado los traficantes llevar las 3,7 toneladas métricas de marihuana que las autoridades mexicanas confiscaron el viernes pasado de un camión que fue detenido entre las ciudades de Zacatecas y Saltillo, en el centro-norte de México.
Podrían haber terminado escondidas dentro de un camión que transporta cargamento a Texas o haber pasado por los túneles secretos bajo la frontera que van de México a Arizona.
LOS TÚNELES
Con el paso del tiempo, los túneles que van de México a Estados Unidos se han vuelto en una forma cada vez más común para traficar droga al eludir los bolardos de acero y las altas vallas ya instaladas en kilómetros de frontera a través de cuatro estados.
Las autoridades de Estados Unidos hallaron en agosto un túnel que iba desde una vivienda en México hasta un restaurante de comida rápida abandonado en Arizona. El Departamento de Seguridad Nacional dijo que se enteró en abril de un túnel lo suficientemente amplio para caminar desde México hasta un restaurante cerrado de la cadena Kentucky Fried Chicken en San Luis, Arizona, ubicado a 180 metros (200 yardas) al norte de la frontera internacional.
Desde 1990, las autoridades estadounidenses han descubierto por lo menos 230 túneles, la mayoría de ellos que van de México a California y Arizona. Se cree que los traficantes han gastado cientos de miles de dólares en construir los más sofisticados, que incluyen ventilación y alumbrado.
AVIONES, TRENES Y UN SUBMARINO
Los testimonios ofrecidos durante el juicio de "El Chapo" Guzmán dejaron claro que las barreras físicas hicieron poco para evitar los envíos de droga del cártel de Sinaloa a Estados Unidos.
El jurado ha escuchado cómo el cartel escondió narcóticos en cargamentos que incluían latas de chiles jalapeños. Un exintegrante del cartel detalló un operativo en el que trenes llevaron cocaína dentro de compartimientos de vagones llenos con aceite de cocina desde México hasta Nueva Jersey.
Hubo un testimonio sobre el uso del cártel de aviones para transportar cocaína de Colombia a México, que posteriormente era descargada en camiones para llevarla a través de los cruces fronterizos a ciudades como Los Ángeles y Chicago.
El jurado también vio un video de un submarino del cártel que llevaba unos 5,900 kilogramos (13,000 libras) de cocaína con un valor de más de 100 millones de dólares. La Guardia Costera de Estados Unidos interceptó al submarino frente a la costa de Guatemala mientras se dirigía al norte.
La Guardia Costera ha detectado decenas de submarinos de ese tipo en varios años, muchos dirigidos a México y posteriormente las drogas viajaban por camión a través de los cruces fronterizos, y ha encontrado varios frente a la costa estadounidense de Florida y Texas.
Mensajes de texto del cártel que fueron interceptados y presentados en la corte han mostrado que si hay una crisis en la frontera, como Trump insiste, no es nueva. El cártel ha transportado toneladas de drogas a través de la frontera en cruces legales e ilegales durante tres décadas.
"¿Cómo van las ventas?", preguntó Guzmán en un mensaje de texto enviado en 2012 a su amante Agustina Cabanillas Acosta, quien le ayudaba a coordinar los acuerdos de droga.
"Como abejas ocupadas", respondió. "Sin parar, amor".