El deporte está de luto, pues la luz de Dick Hoyt se apagó a la edad de 80 años, un hombre que nos enseñó que no existen los límites y menos cuando el amor de un padre empuja con todas sus fuerzas.

"Papá, cuando corro, siento que no soy discapacitado", esas fueron las palabras de Rick después de que junto a su padre Dick Hoyt llegaron a la meta en una carrera de 5 millas… ese fue el coraje necesario para crear el Team Hoyt, una dupla que inspiró a muchas personas.

Dick vio por primera vez a su hijo el 10 de enero de 1962, pero el tan esperado día, ese que debía estar lleno de alegría, se transformó en uno complicado. Rick, durante el parto, se enrolló alrededor del cuello su cordón umbilical, lo que le causó una parálisis cerebral por la falta de oxígeno.

Para 1977, Rick le pidió a su padre participar en esa carrera en Westfield, Massachusetts. A pear de no ser un hombre que entrenara para correr, Dick empujó un carrito con su hijo montado en él y terminaron en penúltimo lugar, sin embargo, al cruzar la meta padre e hijo se convirtieron en inspiración para el mundo.

Vinieron otras carreras, se creó el Team Hoyt y pronto la dupla completó eventos de talla mundial como el Maratón de Boston.

Fueron mil carreras juntos, incluyendo seis distancias Ironman, hazañas que fueron un faro de luz para muchas personas, quienes encontraron en ellos su propia inspiración.

Hoy el mundo deportivo está de luto por el fallecimiento de Dick Hoyt a los 80 años. Murió mientras dormía tras sufrir problemas de salud en los últimos tiempos. Con Información de Agencias