Un grupo de mujeres zapotecas damnificadas por los temblores de septiembre arribaron este miércoles a Oaxaca para iniciar un ayuno como medida de presión para exigirle a la autoridad estatal y federal un nuevo censo para la reconstrucción de viviendas en el municipio de Juchitán de Zaragoza y comunidades aledañas en la región de Istmo.

Las manifestantes agrupadas en la Red de Vecinos Afectados por el Sismo aseguraron que tan solo en Juchitán, cerca de cinco mil personas quedaron fuera del conteo de viviendas siniestradas que realizó la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

Magaly Sánchez Santiago, afectada por esta causa, sostuvo que miles de viviendas no han sido censadas, las cuales presentan daños estructurales evidentes y son inhabitables.

“La gente puede quedar en la calle si esto no se soluciona”, refirió.

Previo a la instalación de su campamento, frente al Palacio de Gobierno, en el Zócalo de la ciudad, las mujeres reclamaron un “censo justo e imparcial”.

Otra de las afectadas expuso que su casa está próxima a colapsar luego de las réplicas de los temblores del 7 y 21 de septiembre, “por lo cual quedó fuera del primer censo”.

Entre las ayunantes están aquellas que reclaman la revisión del estatus de daños, pues recibieron tarjetas electrónicas de Bansefi con menos dinero al anunciado para la reconstrucción.

Las indígenas zapotecas identificadas con la Coalición Obrera, Campesina Estudiantil del Istmo (Cocei) exigen audiencia con el gobernador, Alejandro Murat, para exponerle su reclamo de “censo justo”, por lo que no descarta declararse en ayuno indefinido hasta conseguirlo.

En las últimas semanas, las manifestaciones en distintos puntos del Istmo de Tehuantepec se han multiplicado para demandar un segundo censo que incluya las viviendas siniestradas por las réplicas de los sismos de septiembre.