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Mujer y sus 10 nietos padecen el frío en Saltillo
Los pronósticos meteorológicos señalan temeraturas bajo cero para hoy en ciudades del norte de México, entre ellas Saltillo. En lo alto de la colonia Ampliación Morelos quinto sector, María prepara a sus 10 nietos para pasar un par de días en cualquier albergue, pues el invierno cala en esta casa construida por madera y forrada con plásticos.
En la familia de María no sabían que la Conagua habían pronosticado desde hace algunos días heladas y nevadas en las partes altas de Coahuila, porque la única televisión que tienen, desde el apagón analógico, no agarra señal de ningún canal.
—Yo siempre me voy al albergue. Vienen por nosotros o si no a uno le dicen que se vaya a la casa del Adulto Mayor, porque ahí está uno.
Hasta hace años, en invierno, María junto a su esposo y sus dos hijos se iban al albergue un par de días, mientras que las temperaturas aumentaban. Ahora analizan esa decisión pues son tres las familias —el equivalente a 15 personas— que viven en la misma casa de madera.
Mientras María platica, se rodea por un ejército de niños que la escuchan hablar.
—Si yo me fuera (al albergue) me los tendría que llevar a todos, porque la mayoría son niños chiquitos, —y confirma que en su casa son al menos 10 niños de todas las edades.
En esta casa a un costado de las faldas de la sierra de Zapalinamé, faltan cobijas y ropa. María también pide lonas y hules para cubrir los huecos que quedaron entre la madera, por donde se filtra el viento helado durante las madrugadas.
En la colonia no hay tuberías, ni agua potable. La mayoría de los techos son de madera o están cubiertos por alguna lona o bolsa de plástico. Cada tercer día pasa una pipa que abastece agua en tambos de plástico y cubetas, quienes quieran agua para beber tienen que caminar un par de cuadras y agarrarla de una llave, pues al parecer está potabilizada.
—Para calentar la casa metemos una estufa de leña y calentamos afuera la leña y metemos las brasas.
—¿Le da miedo meter las brasas a la casa?
—No, siento más miedo con el frío, porque la casa está toda agujerada, nada más que se está uno con cuidado porque los niños no estén traveseando.
En cada cama tienen unas tres cobijas, pero no son suficientes para cubrirnos para mañana (hoy) que está haciendo mucho frío. Pese a los pronósticos del tiempo María piensa dos veces en irse a un albergue, pues existe el riesgo de rapiñas entre los colonos.
—Está uno con el pendiente porque uno no tiene muchas cosas pero tenemos lo necesario, como las camitas, la mesita donde se sirve uno… la gente ahorita anda con que hasta los sartenes se llevan y ahorita uno no puede dejar solo.