La mañana de ayer una mujer se lanzó a las vías del tren. La fémina había cumplido sentencia en el penal por asesinar a su hija en 2005. 

Alrededor de las 11:30 horas de ayer, personal del Cuerpo de Bomberos acudió a las vías del tren en la salida del túnel que da al rancho La Minita, a la altura de la colonia San Nicolás de los Berros. 

Casi a 500 metros de la salida del túnel se encontraba debajo de la locomotora principal el cuerpo ya mutilado de una pierna, de quien fue identificada como Bertha Alicia Hernández Hernández, que tenía 37 años.

Aparentemente, fue ella quien decidió quitarse la vida arrojándose al paso del tren, pues el conductor de la locomotora con el número 1504 de la empresa Cititrail, Erick Garza Charles manifestó que de pronto vio cómo algo se le atravesó y detuvo la maquina cuando vio que era una persona. 

No obstante, era demasiado tarde. El tren mutiló la pierna izquierda de la mujer y la llevó arrastrando por más de 150 metros, quedando la otra pierna a punto de zafarse del cuerpo; la mujer ya no contaba con signos vitales. 

Personal de Bomberos confirmó el deceso, mientras que el lugar era asegurado por policías municipales y de Fuerza Coahuila. 

Minutos después, personal de la PGJE arribó a tomar conocimiento, trascendiendo que la mujer finada es la misma que terminó con la vida de su hija en mayo de 2005. 

Al parecer, la mujer tenía problemas con sus facultades mentales desde que decidió a sangre fría terminar con su vida y cuando no lo logró atacó a su hija. 

De acuerdo con las investigaciones del homicidio, la mujer tomó un cuchillo y se cortó el cuello. Al no poder consumar su acto, fue a uno de los cuartos en donde estaba su hija Brenda Berenice, de 4 años, a quien le ocasionó una lesión en el cuello que la mató de manera inmediata. 

Salió corriendo de su casa a la vivienda de su madre, a quien le dijo que varios hombres habían matado a su hija. 

Los vecinos quedaron conmocionados con la noticia, pero a Efraín Rosales, pareja de Bertha y padre de Brenda, algo no le cuadraba, pues minutos antes había intentado ingresar a su domicilio y éste se encontraba cerrado; su mujer no le abrió. 

Sin presión alguna dijo que fue Bertha la culpable del asesinato, pues no quería a su hija, por lo que después de interrogarla en el hospital aceptó su responsabilidad. 

La mujer fue internada en el Cereso femenil, donde también intentó suicidarse. Sin embargo, no fue hasta ayer que logró su cometido.