Editores: Ana Aguirre, Carlos Díaz. Listeners: Karla Bernal, Oscar Morín. Diseño: Victoria Carrillo

Como dice el dicho. Para un roto hay un descosido.

Este refrán puede quedar a la perfección en Jennifer Mulford, una chica de Atlanta de 36 años que dejó su trabajo de bartender para estar en casa y amamantar… a su novio Brad Lesson.

Ellos fueron novios en la secundaria y en su reencuentro sellaron su amor en base a los pechos de Jennifer.

Ella descubrió que la lactancia materna podría crear un vínculo entre dos personas. Desesperada comenzó a buscar por todo el mundo a su pareja ideal hasta que se topó con su ex novio de la secundaria Brad Lesson, que al verla le confesó que tenía una fijación con las mujeres de grandes pechos.

Ahí estaba la respuesta que necesitaba Jennifer. Le habló de su filia y en ese momento volvieron a estar juntos.

Jennifer necesita inducirse la lactancia materna en seco y bombear sus pechos cada dos horas, como si le diera de comer a un bebé para engañar su cuerpo.

Su amor ha traspasado las barreras,  incluso ella ha declarado que tras amamantar  a su novio han creado un lazo mágico.