Muestra en Londres recoge el papel del jardín en la pintura moderna

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Muestra en Londres recoge el papel del jardín en la pintura moderna

Cuadro de Claude Monet titulada ''Lady in the Garden'', (La mujer en el jardin) de 1867, que la Royal Academy (RA) de Londres expone a partir del 30 de enero. Foto EFE
"Painting the Modern Garden - Monet to Matisse" (Pintando el jardín moderno, de Monet a Matisse) se inaugura mañana sábado 30 y se puede visitar hasta el 20 de abril.

Londres dedica una exposición a la importancia de los jardines en el arte moderno, que la Royal Academy (RA) organizó a partir de los famosos cuadros de nenúfares del impresionista francés Claude Monet (1840-1926), el "artista y jardinero por excelencia".

"Painting the Modern Garden - Monet to Matisse" (Pintando el jardín moderno, de Monet a Matisse) va sin embargo mucho más allá de la obra de este artista e incluye unas 120 pinturas, 35 de ellas de Monet, que reflejan la influencia de los jardines, las flores, el color y la naturaleza en el desarrollo del arte de creadores como Vincent van Gogh, Paul Klee, Emil Nolde, Gustav Klimt, Wassily Kandinsky o Joaquín Sorolla.

La exposición se inaugura mañana sábado 30 y se puede visitar hasta el 20 de abril. Parte de la muestra estará recogida además en un documental fílmico que se estrenará a partir del 24 de mayo en 50 países y que tiene como tema central los jardines de los artistas.

Para la exposición, un escenógrafo ha reconstruido los jardines de algunos de los artistas, de modo que el visitante puede pasear por ellos y apreciar fotos y viejas películas en las que se ve a Claude Monet, Max Liebermann o a Wassily Kandinsky pintando o trabajando como jardineros y hortelanos.

La época retratada, de 1860 a principios de la década de 1920, fue "de enorme cambio social e industrial, cuando el jardín se convirtió para la clase media acomodada en una propiedad privada", señaló la curadora, Ann Dumas.

Enmarcando las pinturas en "amplios movimientos artísticos y un contexto social y político", el jardín se convierte en "tema universal del arte moderno", explicó Dumas.

El jardín fue a la vez laboratorio y estudio al aire libre, como lo constatan las declaraciones de Monet sobre sus trabajos tardíos en Giverny. "Mi jardín es mi obra de arte más bella. No sirvo para nada salvo para pintar y para el trabajo en el jardín".

Para mostrar la influencia de este artista sobre sus contemporáneos e incluso sobre el expresionismo abstracto, la muestra contrapone obras de Monet a las de Paul Klee, Emil Nolde, Gustav Klimt o Wassily Kandinsky.

Gustav Klimt por ejemplo transformaba las flores en "mosaicos de joyas", a Paul Klee le fascinaba la "estructura de las plantas" y Kandinsky se dejó llevar "al borde de la abstracción" por la riqueza de los colores.

Henri Matisse estaba fascinado por las palmeras del norte de África y los españoles Sorolla, Santiago Rusiñol y Joaquim Mir i Trinxet, también presentes en la exposición, transmiten ensoñación, melancolía y poesía.

Monet expresa la llegada de la Primera Guerra Mundial a través de colores apagados y sus típicos sauces llorones. El broche de oro de la muestra es el monumental tríptico "Agapanthus" (1916-1919) de Monet, de su serie "Nenúfares", un grito del artista por la paz, la belleza y la armonía después del trauma de la guerra. Es la primera vez que se muestra entero en Londres desde su venta en 1954 ya que para conseguirlo hubo que pedir préstamos a tres galerías estadounidenses.