Unas 700 mujeres mueren cada año por complicaciones relacionadas con el embarazo hasta un año después de dar a luz, fallecimientos que generalmente se pueden prevenir, según un estudio publicado el martes por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

Un tercio de las muertes, a menudo por enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares, ocurren desde una semana hasta un año después del nacimiento, mientras que un tercio se produce durante el embarazo y un tercio al momento del parto o en la semana posterior, indica el estudio.

La pesquisa confirmó hallazgos previos de que mujeres negras e índigenas estadounidenses o nativas de Alaska tenían aproximadamente tres veces más probabilidades de perder la vida por problemas relacionados con el embarazo que las mujeres blancas.

"Asegurar una atención de calidad para las madres durante el embarazo y el posparto debe estar entre las prioridades más altas de nuestra nación", dijo el director de los CDC, Robert Redfield, en un comunicado.

La mayoría de las muertes que ocurrieron entre una semana y un año después del parto fueron causadas por el debilitamiento de los músculos del corazón, mientras que el sangrado severo, la presión arterial alta y la infección causaron la mayoría de los decesos en la semana posterior al parto.

La mayoría de las mujeres que murieron durante el parto sufrieron de emergencias obstétricas como sangrado severo y líquido amniótico en el torrente sanguíneo.

El estudio examinó datos nacionales sobre mortalidad en el embarazo e informaciones de 13 comités estatales a cargo de revisar la mortalidad materna durante un periodo de cuatro años.

Las muertes relacionadas con el embarazo se pudieron prevenir en gran medida con un acceso correcto a la atención, diagnósticos adecuados y oportunos y el conocimiento de las señales de advertencia entre pacientes y proveedores, según los CDC.