Decenas de personas murieron en una estampida durante una festividad religiosa en una aldea al sureste de Addis Abeba, la capital de Etiopía, informaron testigos.

Las víctimas murieron aplastadas en el festival anual en Bishoftu cuando la policía lanzó gases lacrimógenos y disparó balas de caucho para dispersar a manifestantes que coreaban consignas contra el gobierno y avanzaban hacia una tribuna ocupada por gobernantes.

En la fuga, muchas personas murieron aplastadas en zanjas cercanas.

Se calcula que 2 millones de personas asistieron al evento.

Un periodista de Associated Press vio a gente que alzaba los brazos con las muñecas cruzadas, un gesto propio de los manifestantes contra el gobierno.

Desde hace meses se producen actos de protestas por gente que reclama mayores libertades, y que han tomado varias veces un giro fatal.

Estados Unidos recientemente expresó su preocupación por el empleo excesivo de la fuerza contra los manifestantes.