Samuel Little, de 80 años, murió en California. Las autoridades afirman que fue el asesino en serie más prolífico en la historia de Estados Unidos, con casi 60 víctimas confirmadas.

Estaba cumpliendo cadena perpetua por el asesinato de tres mujeres. Pero en el momento de su muerte, había confesado haber matado a 93 mujeres entre 1970 y 2005.

Little apuntaba a personas vulnerables, muchas de las cuales eran trabajadoras sexuales o consumidores de drogas, dicen las autoridades.

Little fue arrestado en 2012 por un cargo de drogas en Kentucky y extraditado a California, donde los oficiales le realizaron pruebas de ADN.

Ya tenía un extenso historial criminal, con delitos desde robo a mano armada hasta violación en todo Estados Unidos.

Los resultados del ADN lo vincularon con tres asesinatos sin resolver de 1987 y 1989 en el condado de Los Ángeles. Se declaró inocente en el juicio, pero finalmente fue declarado culpable y sentenciado a tres cadenas perpetuas consecutivas, sin posibilidad de libertad condicional.