Muere bebé entre llamas en ejido Santa Rita

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Muere bebé entre llamas en ejido Santa Rita

Fallece Juanito al consumirse cuarto donde un cable desató la tragedia

El incendio de una vivienda provocó la tragedia de una familia; el pequeño Juan, quien estaba solo acabó quemado y falleció en el camino al hospital.

El menor, de 2 años 11 meses viajó con un suspiro de vida luego de quemarse en el interior de su vivienda en el ejido Santa Rita en los límites de Saltillo y General Cepeda. 

De acuerdo con los paramédicos, las quemaduras de primero y segundo grado en el 70 por ciento de su cuerpo aunado a la intoxicación al inhalar gases tóxicos se combinaron para no darle oportunidad de sobrevivir.
El reporte del incendio provicado por la caída de un cable que se reventó con el viento, se dio alrededor de la una de la tarde, se informaba de un probable cortocircuito que comenzó con la conflagración.

De inmediato, bomberos de la estación Derramadero se pusieron en camino mientras que la ambulancia estaba lista en caso de ser requerida.

En la carretera a General Cepeda a la entrada del camino que dirige al ejido la máquina de bomberos fue detenida por los tripulantes de un automóvil quienes llevaban a Juan Eduardo González Escamilla.

Moribundo, el pequeño fue subido a la unidad de control de fuego. Comenzaron los socorristas a darle respiración cardiopulmonar, así prolongaron una poco más su vida. Frente a la empresa Freightliner ubicada en la carretera a General Cepeda se hizo el cambio del pequeño a la ambulancia donde los paramédicos continuaron las labores de resucitacion hasta que llegaron a las instalaciones médicas.

No había nada que hacer, el menos al momento de ser ingresado al Hospital del Niño ya no había perdido la vida.

Supuestamente Juan Eduardo estaba en una de las recámaras y le fue imposible salir hasta que una de sus tías lo sacó. Angélica Guadalupe Escamilla Medrano, de 20 años y su esposo no dejaban de llorar la pérdida del pequeño, acompañados de sus familiares vieron como sacaban el cadáver; directo al Semefo.

‘Viento maldito’ avivó la desgracia en Santa Rita

Los pobladores siempre hablan de ello, saben que vientos tan fuertes, como los que se dejaron sentir en el ejido Santa Rita, no presagian nada bueno, y no se equivocaron, pues la tragedia se hizo presente.

Fueron esas corrientes tan violentas las que lograron arrancar un cable de luz que cayó sobre el hogar de Angélica y Edgar, provocando un incendio que rápidamente consumió el techo de madera y terminó cobrando la vida de un menor de edad.

No tenía mucho tiempo que Angélica se había juntado con Edgar Melchor Meza, con quien tuvo un sólido noviazgo hasta que se mudó junto a su hijo, Juan Eduardo, instalándose en Santa Rita.

En la casa recibieron con gusto a la pareja y al niño, que trajo alegría y muchas sonrisas, por eso la cara de tristeza y el pesar de los familiares fue larga y profunda, pues no alcanzaban a dar crédito del accidente que ocurrió a mediodía.

Cristian, hermano de Edgar, comentó que ni siquiera parecía un incendio, la humareda se podía confundir con una de las columnas de tierra que el aire levanta de vez en cuando; nadie imaginaba la tragedia.

Sólo alcanzó a llegar a casa cuando los vecinos estaban ya batallando para controlar el incendio y, al escuchar que Juan seguía al interior de la casa, entró por una ventana para intentar ponerlo a salvo.

En un vehículo particular, los padres del menor lesionado se pusieron en marcha, pues los gestos de dolor del pequeño les partían el alma y sabían que cada segundo contaba.

Vieron una luz de esperanza cuando se toparon con el camión del Cuerpo de Bomberos, quienes tomaron al niño y siguieron la carrera contra el tiempo para llevarlo a un hospital, sabedores que la condición de Juanito, como cariñosamente le decían, era grave.

El niño parecía ya no respirar, sus signos vitales eran casi nulos, fue a mitad de la carretera estatal a Derramadero que el camión tuvo contacto con una ambulancia, dando paso a que los paramédicos continuaran las labores para salvar a Juanito.

La llegada al Hospital del Niño fue precaria: de inmediato ingresaron al menor al área de urgencias, no obstante, la muerte habría sellado ya el destino, llevándose consigo la corta existencia de Juan.

Por la tarde, peritos químicos y expertos en incendios y explosiones de la PGJE fueron hasta el lugar del siniestro, determinando que se trató de un corto circuito que, ayudado por el aire, se propagó rápidamente por el hogar.