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Mucho por demostrar en horario estelar
Un partido entre Bengals y Brown en un jueves por la noche, parecería que no mereciera este tipo de escenario. Pero si ponemos que estarán frente a frente dos de los últimos ganadores del Trofeo Heisman de la NCAA y que fueron elegidos como número uno en sus respectivos drafts, tal vez no sea tan mala la noche ni el comienzo de la Semana 2 de la NFL.
El quarterback de Bengals y número uno del pasado Draft, Joe Burrow (ganador del Heisman en el 2019) se enfrenta a Baker Mayfield, mariscal de campo de Browns y primer puesto del draft del 2018 (ganador del Heisman en el 2017).
Pero hay que tomar en cuenta que el éxito universitario no siempre se traduce en el estrellato de la NFL. Ambos hombres admitirían que tienen un largo camino por recorrer; suman sus índices de mariscal de campo de la Semana 1 (66.1, 65.0) y el total aún está muy, pero muy por detrás del actual MVP Lamar Jackson 152.1 para comenzar el año. Jackson logró eso incendiando precisamente a los Browns de Mayfield, anotando 28 puntos sin respuesta en una auténtica masacre.
Burrow y los Bengals fueron un poco más efectivos en su debut. Abajo 16-13 en el último cuarto, el ex mariscal de campo de LSU llevó tranquilamente a los Bengals por el campo dos veces. La primera vez terminó con la primera intercepción en la carrera de Burrow, pero la segunda pareció ganar el juego antes de que el receptor abierto AJ Green fuera llamado por interferencia de pase en la zona de anotación. Un gol de campo fallido de 31 yardas, y otro conjunto de factores en contra le dieron a Burrow su primera derrota en la NFL.
La buena noticia para estos dos mariscales de campo es que uno tiene que salir con una victoria el jueves por la noche. ¿Puede Mayfield mostrarle a Burrow cómo hacer el trabajo? ¿O el ganador del Heisman 2019 llevará a los Bengals a la victoria en solo el segundo juego de su carrera en la liga?
Después de un 2019 muy irregular, Mayfield comenzó el 2020 con una intercepción en su primera serie. No fue la única razón de las dificultades de los Browns, pero el equipo nunca pareció recuperarse por completo de ese error. En la siguiente posesión, los Browns fallaron en un despeje falso y de repente se enfrentaron a un déficit de 10-0 contra el mejor equipo de la temporada regular de la AFC la temporada pasada. Una losa muy pesada.
Sobre el papel, este equipo debería tener una de las ofensivas más dinámicas de la liga. No hay uno, sino dos corredores de 1,000 yardas en Kareem Hunt y Nick Chubb. Odell Beckham Jr. es un receptor abierto del calibre de Pro Bowl, y Jarvis Landry es una amenaza constante en la ranura.
Entonces, ¿por qué los Browns tropezaron en todo el campo en la Semana 1? Beckham tuvo solo tres recepciones en 22 yardas a pesar de que le enviaron 10 pases. Chubb perdió el balón (aunque con el equipo abajo 31-6), y Mayfield promedió miserables 4.8 yardas por intento. Un equipo que fue cuarto en la NFL en castigos el año pasado, este año comenzó con la misma tónica, costándole 80 yardas con errores tontos.
Por su parte Burrow, también salió muy raspado la semana pasada, luego de que se apresuró en conseguir su primer touchdown en la NFL y aunque parecía cómodo en el bolsillo, no fue suficienteo. Sobre todo porque la ofensiva de Bengals jugó a lo seguro, cuidando de más a su preciada selección de draft, el cual no tuco juegos de pretemporada para al menos tener un proceso de adaptación al mejor futbol americano del mundo. El envío más largo de Burrow fue para 19 yardas, y promedió solo 5.4 yardas por intento. Se perdió un par de conexiones profundas, sobre todo con John Ross III en lo que podría haberse convertido en el touchdown ganador.