Hace dos años surgió el primer movimiento de Stand Up en Saltillo tras la llegada de un famoso comediante llamado Macario Brujo, quien llegó a la ciudad en busca de impartir un taller de esta forma de arte y expresión. 

“Varios tomamos el taller pero sólo dos salimos de ahí”, cuenta Gotlieb, uno de los iniciadores del colectivo y quien se dio cuenta que lo suyo era hacer reír a las personas. “Macario vino a enseñarnos y pues así se empieza, con clases”, explicó Gotlieb Montoya, uno de los miembros del colectivo.

En Saltillo falta aún un poco de cultura sobre el Stand Up pues además de José Luis Zagar y Franco Escamilla, quienes destacan por su fama a nivel internacional, son pocas las personas que se aventuran en este arte derivado de la comedia. 

“Un comediante y un ‘standupero’ son cosas diferentes; para explicarlo con un ejemplo: un comediante es un doctor pero alguien que hace Stand Up es un doctor con especialidad en algo. Los comediantes cuentan chistes comunes y nosotros tenemos algo de nuestra autoría, nos fijamos en situaciones de la vida diaria, traemos material propio y somos más originales. Un comediante puede ser un payaso, un imitador o un personaje”, dijo Gotlieb. 

Montoya se dio cuenta que podría ser un standupero cuando acudió con su novia a un show en Monterrey y supo que podría hacerlo mejor que quien estaba frente al micrófono y decidió unirse al taller de Macario e hizo a un lado su segunda “chamba” en una lavandería para tomar talleres de Stand Up e improvisación para matenerse actualizado; es uno de los más grandes del colectivo y también de los más divertidos. 

Karla es diseñadora gráfica y su afición por el Stand Up empezó como fan, pero cuando se impartió el taller de Macario entró “sin querer queriendo” para quedarse y ahora ve la vida de una forma diferente. Ella involucró a su hermano menor, Danny, quien además de hacer comedia es un parrillero y aunque no le latía mucho estar frente a las personas haciéndolas reír, lo que más le ha gustado es conocer gente nueva. 

“En estos tres años hemos batallado mucho para conseguir un lugar en donde presentarnos por falta de cultura en el Stand Up, pero El Dublín fue de los primeros en apoyarnos con el ‘Open Mic’ o Micrófono Abierto, el cuál hacemos cada 15 días pero ahora estamos en Casa Tiyahui”, comentó Karla y añadió que dicho evento es para que el colectivo pueda presentarse, ensayar de cierta forma y que, los que están interesados, se acerquen también a dar 10 minutos de Stand Up. 

COMEDIA RESPONSABLE
> Pese a que el Stand Up puede tocar temas de cualquier índole (como machismo, feminismo, aborto, homosexualidad, etc), los “standuperos” no buscan ofender a las personas, por el contrario tienen una responsabilidad social para no atacar directamente al público.

> “Una cosa es hablar del aborto, por ejemplo, y no es que vayamos a favor o en contra de y queramos hacerlo chistoso; a veces simplemente queremos mostrar cómo se ven las personas tan intensas con ese tema, igual con el machismo o así”, dijo Gotlieb. “El chiste siempre tiene que ser más gracioso que la situación o la tragedia”, agregó.