Cuando comenzaron las campañas, la mayor parte de los sondeos de opinión presagiaban una victoria aplastante por parte de Morena a nivel nacional. Por ejemplo, iba arriba en 14 de las 15 gubernaturas en juego y junto con sus aliados el PT, Verde y PES, podía aspirar a la mayoría calificada en el Congreso, manteniendo así el control del legislativo, del presupuesto y la capacidad de reformar la Constitución, sin tener que negociar con la oposición.

Los resultados de las elecciones de ayer son claros. Morena es la mayor fuerza política del país, está peleando por la mayoría absoluta en el Congreso, pero no la calificada. Los datos preliminares le dan el triunfo en 7 entidades de forma clara, parece que perderá al menos en 3 y al cierre de la edición, la moneda estaba en el aire en las 5 restantes.

Es decir, Morena es el partido con más triunfos, sin embargo, esperaba ganar de manera aplastante y los resultados nos muestran que en el país aún hay espacio para la pluralidad, en especial, que el PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano tiene áreas de influencia, a las que Morena no ha podido penetrar.

Incluso hubo zonas en donde Morena mostró desgaste, el más claro ejemplo es la Ciudad de México, donde la oposición está en posibilidades de ganar la mayoría de Alcaldías y Diputaciones, por lo que, en la práctica, Morena estaría perdiendo fuerza en su principal bastión.

Los resultados representan por tanto un respaldo a Andrés Manuel López Obrador, que mantendrá fuerza en el legislativo. Aunque no tendrá la posibilidad de cambiar la Constitución sin convencer a alguno de los partidos del bloque opositor, lo cierto es que el resultado le permite garantizar la estabilidad de su proyecto y hace que Morena parta como el partido fuerte en las elecciones presidenciales de 2024.

Sin embargo, tampoco los resultados constituyen un cheque en blanco, muestran que a Morena se le pueden cerrar elecciones, que la alianza de los partidos opositores los hizo competitivos en carreras que creían perdidas como San Luis Potosí, Michoacán y Campeche.

También muestran que el apoyo hacia Andrés Manuel López Obrador, es de gran ayuda para Morena, pero no se transfiere por completo, porque el partido pierde varios puntos porcentuales respecto al apoyo del Presidente.

De igual forma, deja entrever que los candidatos y las estrategias de campaña importan, porque hubo abanderados que cerraron la brecha e incluso ganaron en campañas en las que comenzaron en segundo o tercer lugar, hubo resultados sorpresivos y ante ello, con tres años por delante, todo puede pasar en las elecciones presidenciales de 2024.