La reducción de los precios internacionales del petróleo ha permitido una disminución de 0.28 por ciento en el precio de las gasolinas y, de cumplirse las previsiones para este año respecto del tipo de cambio y el barril de crudo, el costo de los combustibles continuará bajando, explicó la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna (Morena).

Mientras, el diputado Enrique Ochoa Reza (PRI) refirió que ayer, en un trayecto de Morelia a Ciudad de México, encontró ocho gasolineras cerradas, debido al desabasto.

Indicó que la carretera de cuota entre Morelia y el estado de México no hay combustibles en la de Zinapécuaro, la de Maravatío y frente al parque acuático de Tepetongo, así como las que se encuentran en la carretera del estado de México hacia la capital del país, mientras decenas de vehículos esperaban en la de Lerma.

El ex dirigente nacional del PRI sostuvo que la estrategia de optar por el abasto a través de pipas de Petróleos Mexicanos y cerrar los ductos es como si quisieran evitar los asaltos a bancos, cerrándolos.

Por su parte, en un estudio sobre el comportamiento del precio de las gasolinas y el diésel, la diputada Dolores Padierna recordó que en 2017 empezó el proceso anticipado de liberalización del mercado de combustibles.

Como resultado, los precios al público sufrieron aumentos muy importantes. De diciembre de 2016 a diciembre de 2017, la gasolina de bajo octanaje (Magna), de uso más generalizado, subió 17.5 por ciento; la de alto octanaje (Premium), 22.6 por ciento; el diésel, 17.8 por ciento, y el gas LP, 44.1 por ciento. Estos desproporcionados aumentos se debieron al incremento de los precios de importación de los combustibles, que en 2017 fue de 23.5 por ciento, más que el incremento de los precios al público.

Refirió que el precio de importación representa aproximadamente 60 por ciento del costo al público, y el resto por transporte, distribución y comercialización e impuestos (IVA e IEPS).

Precisó que para mitigar el aumento de los precios, la Secretaría de Hacienda aplicó una política de subsidios, que en 2017 fue de 2.93 pesos por litro para la Magna, esto es 1.37 pesos por litro. En el caso de la Premium, el IEPS se aplicó en 3.39 pesos por litro, un subsidio de 25 centavos, y para el diésel cobró 3.27 pesos, 1.46 pesos.

Estos subsidios implicaron una recaudación del IEPS de 58 mil millones de pesos menor a la de 2016, dijo.

Sin embargo, de enero a octubre de 2018, la situación empeoró. El precio de la gasolina importada aumentó 25.3 por ciento; la Magna subió 20.8 por ciento, la Premium 20.8 por ciento y el diésel 20.2 por ciento, y los subsidios por litro pasaron a 2.02 pesos, 95 centavos y 2.39 pesos, respectivamente, lo que implicó una recaudación de 93 mil millones.

Refirió que a partir de noviembre los precios del petróleo en pesos han disminuido 23.6 por ciento.

Ante ello, recordó, la Secretaría de Hacienda decidió eliminar el subsidio al IEPS de la gasolina Premium desde el 27 de octubre y el de la Magna el 24 de noviembre.