Morena acusa al PRI de compra de votos en Coahuila, se declara ganador en Hidalgo

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Morena acusa al PRI de compra de votos en Coahuila, se declara ganador en Hidalgo

Foto: Especial
Acompañado de candidatos de Morena a diputaciones en Coahuila, Ramírez Cuéllar señaló directamente de este acto a los Moreira, así como al gobierno estatal y los municipales

El dirigente interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, destacó este domingo su victoria en las principales ciudades de Hidalgo y acusó el “comportamiento de defraudación electoral” del Partido de la Revolución Institucional (PRI) tras las elecciones en Coahuila.

“Morena ganó las principales ciudades de Hidalgo, vamos a gobernar Pachuca, Mineral de la Reforma (…). Morena gobernará casi el 70% del estado de Hidalgo”, afirmó el líder partidista en una conferencia de prensa.

Aseguró, no obstante, que tuvieron que enfrentarse a una situación de intimidación y de violencia en la entidad que denunciarán ante las instituciones electorales.

Por otra parte, denunció una operación de compra de voto realizada por el PRI en Coahuila lo que acusó de ser un “proceso criminal en materia electoral”.

Acompañado de candidatos de Morena a diputaciones en Coahuila, Ramírez Cuéllar señaló directamente de este acto a los Moreira, así como al gobierno estatal y los municipales.

“En el caso de Coahuila tenemos una casta de delincuentes electorales graduados en las mejores universidades”, criticó.

El dirigente de Morena y los candidatos aseguraron tener pruebas de las compras de votos, pues indicaron contar con fotos enviadas vía WhatsApp mostrando el voto en las boletas. Según indicaron, la compra del voto tuvo un precio de entre 200 a 300 pesos en el distrito 10.

“Lo que estuvo impresionante fue la coacción del gobierno del estado hacia sus funcionarios (…). Lo más grave fue el problema de violentar el principio constitucional de la secrecía y libertad del voto”, señalaron.

Alfonso Ramírez Cuéllar se dijo preocupado por el uso de la policía estatal y municipal, pues los señaló de agredir y secuestrar a activistas y simpatizantes de Morena en distritos como San Pedro y Sabinas, Coahuila.

Se usó a la fuerza pública para “inhibir la votación generando violencia y distractores que ponían en peligro la supervivencia de algunas personas, particularmente en el distrito de San Pedro y Sabinas, donde la situación se tornó particularmente complicada”.