Aún sin pruebas por parte de la Fiscalía General de la República (FGR, antes PGR), Mónica Esparza ha permanecido seis años tras las celdas pese a ser torturada para aceptar cargos que no cometió y que le imputaron por secuestro y posesión de armas exclusivas del Ejército.

A seis años de que se registró el caso de Mónica en la Comarca Lagunera, el Centro ProDH informó sobre el estatus en el que permanece el caso de Mónica, quien fue torturada por autoridades municipales en la misma ciudad, y del que se desprendió una recomendación con número 15/2016 en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), acreditando que las autoridades perpetraron los actos.

En el caso de Mónica registrado en febrero el 2013, el Centro ProDH, documentó que además de ser torturada con violencia sexual, observó cómo torturaban al mismo tiempo a su hermano; además de la ejecución arbitraria de su esposo, de quien no se sabe el paradero del cuerpo.

De acuerdo con la recomendación 15/2016, la CNDH registró que siete elementos eran correspondientes de la Dirección de Seguridad Municipal, y también se mencionan a elementos que los recibieron en un “campo militar” donde ocurrieron los hechos.

OBLIGADA A ACEPTAR SU CULPA

En el mismo caso, se menciona que Mónica y su hermano fueron trasladados al Ministerio Público de la Procuraduría General de la República en la Ciudad de México sin saber los cargos por los cuales había sido acusada y, ahí mismo, se le hizo firmar una carta de confesión de delitos bajo la amenaza de uno de los agentes sobre asesinar a sus hijas y a su madre en el caso de negarse.

La mujer está presa desde 2013​

Se han documentado 29 casos similares por la organización Centro ProDH que se ha enfocado en hablar sobre la tortura perpetuada contra mujeres en centros penitenciarios del País.

La CNDH emitió la recomendación 16/2015 y ordenó investigar la participación de militares. 

El Centro ProDH ha documentado 29 casos similares; 3 en Coahuila.