La modificación que propone el Gobierno Federal al sistema de pensiones reformada en el año 1997 de donde nació el sistema de los Afores, representa un “tanque de oxígeno” para aquellos trabajadores que eran intermitentes en sus relaciones labores y les estaba ganado el tiempo de su vida productiva para acumular las semanas de cotización que pedía la ley, y para aquellos que tenían una baja aportación para la construcción del fondo para el retiro.

Es sencillo, pues esta reforma bajaría de mil 250 semanas cotizadas a 750 para poder acceder a la pensión, es decir, con al menos 15 años laborados se podría acceder a un pensión módica o modesta y además la reforma propondrá que la aportación tripartita como se da ahora que es de un 6.5 por ciento entre trabajador, Gobierno y patrón se eleve entre un 12 a un 14 por ciento donde será el patrón quien cargue con el aumento de la aportación para ayudarle al trabajador a construir un mejor fondo de retiro, que podrá elevarse hasta en un 40 por ciento.

Un último punto a considerar es el ahorro voluntario a las cuentas de afore que es un tema que se ha quedado en el olvido y no se le ha dado la suficiente importancia y promoción por parte de las instituciones que manejan los afores, pues si bien es cierto que la reforma del 97 se hizo por la pesada carga que era para el Gobierno seguir pensionando trabajadores, también lo es que el sistema tenía muchas áreas de oportunidad y una de ellas era crear un verdadera conciencia en el trabajador, pues tenía ya la mayor responsabilidad de construir su retiro económico.