Dan y Dean Caten, son gemelos y nacidos en 1964 en la ciudad canadiense de Toronto con un ascendente paterno italiano y de madre inglesa. Conforman la marca Dsquared2, sobre la que han creado un auténtico imperio, en el que los patrones sexis, la provocación y los “jeans” son sus grandes cartas de presentación. Los Catenazzi -su verdadero apellido- eran los pequeños de una familia de nueve hermanos, y cuando dijeron a su madre que se iban a dedicar a la moda, ella les dijo que se habían vuelto locos. Pero como tesón y ganas no les faltaban, trabajaron en varios oficios, incluso de camareros, para poder matricularse en la escuela de moda más próxima a su domicilio, la Parsons de Nueva York, en la que habían estudiado, entre otros, Narciso Rodríguez o Marc Jacobs. Lo curioso es que solo permanecieron estudiando en la ciudad de los rascacielos un semestre, pero según comentaron en una entrevista al periódico español “La Vanguardia”: “Se nos acabó el dinero mucho antes que las energías, pero aprendimos lo suficiente para saber qué debíamos para lograr nuestro objetivo”. Volvieron a su casa y trabajaron en lo que pidieron hasta que les contrató una empresa textil y desde allí pegaron el salto al estrellato, de la mano de un cóctel de ideas y de combinaciones curiosas, como short con un vestido largo o botas con bañador. Su éxito, de momento, se traduce en 16 tiendas propias en distintas ciudades del mundo y en la capacidad de haber mezclado elementos que, en otros tiempos, se hubieran considerado como irreverentes. En definitiva, han aportado al mundo de la moda una libertad máxima.

Valentino Garavani se retiró en el año 2008 y mucho tuvo que dar vueltas la firma para conseguir un recambio a la altura del gran creador lombardo. Al final se decidieron por el dúo creativo formado por Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, que han conseguido aupar a la firma con sus diseños especiales románticos y, a la vez, contemporáneos. En un comunicado, el carismático italiano nacido en la pequeña ciudad de Voghera, afirmaba de la pareja: “Son profesionales serios y capacitados”. Y los conocía bien, dado que había pasado más de diez años con ellos en la compañía. Desde que tomaron el mando de la icónica ‘maison’, Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli han aportado aire fresco con toques muy personales y roqueros a esta mítica firma que siempre tiene el marchamo de lujo, poder y feminidad.

En la gran “maison” de André Courrèges sucedió algo similar con la aportación de los grandes modistas Sebastien Meyer y Arnaud Vaillant. Un tándem que propició Coqueline, la esposa de Courrèges, tras haber propiciado a otra pareja, los publicistas franceses Jacques Bungert y Frédéric Torloting, la transferencia de la marca de la firma de moda. Meyer y Vaillant llegaron tras su paso conjunto con una firma propia, Coperni y, durante la última semana de la moda, el tándem demostró que sabe transmitir el ADN de la marca. Y para ello utilizaron quince tejidos diferentes, sobre modelos únicamente vestidas con bodies blancos, como un lienzo en blanco sobre el que toda creación es posible.

Por su parte la exótica firma Kenzo, tras la marcha del italiano Antonio Marras, apostó por el dúo creativo de Opening Ceremony formado por los norteamericanos nacidos en California, Humberto Leon y Carol Lim, hoy la visión innovadora de la firma. El talento creativo y su visión contemporáneo, además de una energía vibrante y colorista son los ingredientes que manejan los dos para desarrollar prendas atractivas, ingeniosas y modernas. Este dúo de creativos, además de trabajar las colecciones de hombre y mujer para Kenzo, continúan desarrollando su labor en Opening Ceremony, una marca que arrasa en Nueva York.

Viktor Horsting (1969, Geldrop) y Rolf Snoeren (1969, Dongen) son la pareja de baile de la firma Viktor&Rolf, fundada en 1993 en Amsterdam, la capital de Holanda. Se conocieron en la Academia de Arnhem de Arte y Diseño en los Países Bajos. Allí forjaron una unión que iría más allá de lo personal y que daría lugar al nacimiento de una nueva marca regida por la trasgresión, la capacidad de innovación y la frescura. Códigos a los que se han sumado el gusto por la música, la filosofía, el arte y la moda hasta conseguir vestidos de ensueño.

La historia de la firma Dolce&Gabbana nace en 1980, cuando Domenico Dolce y Stefano Gabbana se conocieron en Milán (norte de Italia). La fusión de ambos talentos dieron vida a prendas y estampados fetiches como el corsé, el estampado felino, los patrones lenceros o la camisa blanca. La “mamma”, la cultura italiana y el folclore español son la fuente de inspiración de estos creativos que trabajan para realzar las curvilíneas figuras de la mujer.

Seis colecciones al año, dos ciudades -Madrid y París- y dos firmas, la mítica Azzaro y su proyecto más personal, Alvarno son la nueva vida de los españoles Álvaro Castejón y Arnaud Maillard, que se encuentran en uno de los momentos más dulces de su carrera. En el universo Ailanto se encuentra tejidos con estampaciones propias, superposiciones de prendas, combinaciones de colores y formas geométricas, todo ello traducido en una costura con mimo muy chic y con cierto aire de folk. Más trasgresores y vanguardista resulta la firma María Ke Fisherman, dúo de diseñadores formado por María Lemus y Víctor Alonso. Esta joven pareja se conocieron de fiesta en la capital de España y decidieron unir su lento creativo para dar vida a un proyecto que hoy cuenta con clientas de gala como Miley Cyrus, Lady Gaga o Rihanna, que adoran los trajes bordados por once monjas de clausura de un convento del sur de la Península Ibérica.

Las hermanas Kate y Laura Mulleavy son las propietarias de la firma Rodarte, el apellido de soltera de su madre. Están graduadas por la Universidad de Berkeley (California, EE.UU.) y ha sido galardonadas con varios premios por sus creaciones. De hecho, algunos de sus modelos forman parte de las colecciones permanentes del Costume Institute del Metropolitan Museum of Art, del Fashion Institute of Technology Museum en Nueva York, del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, y del Museo de Bellas Artes de Boston. Los diseñadores Lazaro Hernández y Jack McCollough de Proenza Schouler han sido los encargados de rejuvenecer la moda estadounidense. Ambos se conocieron cuando estudiaban en la Escuela de Diseño Parsons, donde estudiaron los Caten. La pareja consiguió el premio Vogue Fashion Fund en 2004, y sus creaciones se venden en más de cien puntos de venta, entre otros en Barneys New York, Bergdorf Goodman o Harvey Nichols.