Moda: ¡Hola y adiós!

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Moda: ¡Hola y adiós!

El mundo de la moda es un planeta acostumbrado a los cambios. Grandes nombres del diseño dicen adiós a la marca que en su día crearon, para así relanzarla, mientras otros entran y salen de grandes firmas. Una revolución que se mueve entre el adiós y el bienvenidos. En el aire se encuentra el destino de marcas como Dior, Lanvin y Balenciaga luego de la salida de sus directores creativos.

Madrid. En el mundo de la moda, la temporada de contrataciones siempre está abierta. Mientras grandes diseñadores abandonan las marcas que llevan su nombre, para dar un paso atrás en aras de dejar que la nueva sangre revitalice la marca; los directores creativos de marcas como Balenciaga, Dior o Lanvin dejan sus puestos, en ocasiones, para trabajar en una marca que engrandezca su nombre.

Ralph Lauren es uno de los que se ha ido, a medias, de su marca homónima. Lauren, de 75 años, ya no será gerente de esa compañía, aunque sigue ejerciendo como director creativo, para que la corporación afronte un cambio necesario.

VIENTOS DE CAMBIO

El elegido para la transformación es Stefan Larsson, de 41 años quien, a pesar de su juventud, viene avalado por sus buenos resultados como presidente de Old Navy, artífice de que esta marca -la cadena de bajo precio de Gap- haya subido sus ventas como la espuma, algo que el imperio del legendario diseñador estadounidense necesita con urgencia para paliar la caída en picado de su cotización en bolsa, un 44 % el último año.

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La diseñadora Donna Karan, que cambió la manera de vestir de las mujeres en los años 80 y se convirtió en la favorita de celebridades como Lady Di o Hillary Clinton, también dejó su marca, cediendo DKNY, la rama para el público joven de Donna Karan Internacional, a los diseñadores de la firma Public School.

Mientras, la americana prefiere centrarse en la marca Urban Zen y la fundación del mismo nombre, fundada en 2007 por la propia diseñadora.

¿Hay menos lealtad de marca ahora que cuando Karan empezó su carrera? “Desde luego”, respondía a la revista Fortune la creadora, quién añadía que el consumidor tampoco mantiene la fidelidad como antes, y que se dedica “flirtear con la moda”, a menos que sea “un decidido amante de la marca”.

Al otro lado del Atlántico, los diseñadores son más reacios a abandonar su puesto, y en la vieja Europa las firmas Valentino o Versace siguen regidas por gente que lleva la marca como apellido, aunque hay excepciones.

CUESTIÓN DE CARÁCTER

El mítico diseñador Yves Saint Laurent dejó su marca, YSL, tras los desacuerdos debidos al estilo de Tom Ford, responsable del prêt-à-porter de la firma, impuesto tras la compra de la marca por el grupo Gucci en 1999.

Las colecciones de Alta Costura del francés seguían triunfando en en la pasarela parisina, pero hizo la vida imposible al americano, al que escribía cartas lapidarías con lindezas del tipo “en 13 minutos de desfile has destrozado sobre la pasarela 40 años de carrera”.

Las desavenencias de la marca con el director creativo que han contratado, siguen siendo un asunto candente en nuestros días. 

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Alber Elbaz ha sido el último en irse o, más bien, ser echado. Tras catorce como diseñador de Lanvin dejaba la dirección artística por decisión de la marca, frustrado por el ritmo actual de la moda, en el que no sólo se hace un desfile millonario por temporada, sino que se lanzan colecciones crucero y líneas de accesorios con frecuencia.

POR LA PUERTA GRANDE

Pocos días antes, Raf Simons renunciaba por razones personales al puesto de director creativo de Christian Dior, tras tres años y medio en un cargo que asumió de manera precipitada, y no exento de complicaciones. En apenas dos meses conseguió lanzar una colección de alta costura que hizo olvidar a su predecesor, John Galliano, despedido fulminantemente en marzo de 2011 por sus comentarios antisemitas.

Simons, que había conseguido doblar la recaudación de la casa de moda francesa en sólo dos años, explicaba que había decidido dejar la dirección creativa de Christian Dior para reorientar su vida hacia otros intereses, lo que incluía su propia marca.

TEMPORADA DE SALIDAS

El primer gran destronado de la temporada había sido Alexander Wang, director creativo de Balenciaga, cuyo contrato con la firma no fue renovado.

Isabelle Guichot, presidenta y consejera delegada de la firma, expresaba su agradecimiento hacia Wang en la revista especializada Vogue: “En Balenciaga estamos todos muy agradecidos a Alexander por su importante contribución al estilo y la historia de esta emblemática casa. El dinámico crecimiento en los últimos años es producto de su exitosa obra creativa”, afirmaba.

Los resultados de la marca crecían bajo la batuta de Wang, así que su apretada agenda para compaginar su firma homónima era una de las opciones barajadas para la sustitución.
Que el “enfant terrible” de la moda abriese poco después el “flagship” más grande de Alexander Wang hasta la fecha, en Londres, ayudaba a despejar las dudas.