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‘Misery’ en La Besana: retos de un thriller
Sin duda el género del terror ha encontrado un medio de fácil acceso en el cine; las herramientas y métodos de edición, sonido y efectos especiales permiten crear sin mayores complicaciones la atmósfera necesaria para la tensión y el horror, en muchas ocasiones sin la necesidad de un buen elenco.
En el teatro los thriller también tienen su espacio pero en su caso todo el peso de la acción cae principalmente sobre los actores, con apoyo en el sonido, la escenografía y lo que se pueda llegar a crear desde la producción en cuanto a efectos especiales.
Este fin de semana Cuarta Pared Theatre Laboratory estrenó en el Centro Cultural Casa La Besana la versión teatral del clásico de Stephen King “Misery” bajo la dirección de Luis Falcón y con la participación de Gabriel Neaves como Paul Sheldon y Adriana Ramírez como Annie Wilkes.
La historia del escritor que al terminar su más reciente libro, uno en el que depositó verdadero amor e interés creativo, sufre un severo accidente en las montañas nevadas de Colorado y es rescatado por la enfermera retirada Annie Wilkes, quien pronto revela que además de ser su fan número uno —o fan al menos de su personaje más popular, ‘Misery’— es también una peligrosa mujer con problemas mentales que lo mantiene secuestrado fue adaptada al teatro por Simon Moore en 1999 y en este texto se basaron para la puesta.
Desde entonces tal adaptación se ha montado en incontables ocasiones y salta entre las críticas al respecto publicadas en medios de todo el mundo lo mucho que depende de que el espectador conozca de antemano el libro o la película de 1990, donde Kathy Bates se llevó un Oscar por su actuación como Wilkes.
Esta situación que se mantiene aquí, pues gran parte de la trama se apoya en el conocimiento previo del público, añadiendo en el proceso información que sólo se explica a detalle en el libro, como el pasado de Annie o la trama de “El regreso de Misery” la novela que obliga a Paul a hacer luego de descubrir que mató a su personaje favorito en su última publicación.
Luis Falcón, quien con obras como La Hoguera o Constelaciones sacó el mayor provecho del teatro de La Besana nuevamente juega con el espacio y presenta la acción desde una esquina del lugar, con el público ubicado a 90 grados. Sin embargo, ahora, durante un punto cumbre de la historia, un armario que guarda importante información queda obstruido por sí mismo a la audiencia ubicada cerca de él.
Pero si en la adaptación fílmica de Rob Reiner la estrella es Kathy Bates como Annie Wilkes en esta producción es Gabriel Neaves como Paul Sheldon, quien logra hacer sentir a los presentes su desesperación, dolor, angustia y desesperanza y es por ello que en la segunda mitad, cuando el personaje es más activo y menos convaleciente, la obra toma mejor ritmo.
Por el contrario, Adriana Ramírez, en su interpretación de la “Dama Dragón”, si bien es efectiva al mostrar el lado cruel y violento de la enfermera no lo es tanto con el aspecto más dulce y tierno de Annie y por ello comenzamos a ver su locura antes de lo que deberíamos.
Esta versión de Misery está hecha para los fans de la historia, quienes podrán ver en vivo la violencia de la que son capaces una mujer enferma y un hombre desesperado, pues es aquí donde la producción de Cuarta Pared brilla, donde la tensión aumenta y el público incluso llega a contener la respiración y un par de gritos.
Con funciones los sábados y domingos de todo agosto a las 17:00 y 20:00 horas y un costo de entrada de 200 pesos en el Centro Cultural Casa La Besana, “Misery” es un producto entretenido aunque no el mejor de estos artistas.