Miscelánea política dominical

Usted está aquí

Miscelánea política dominical

Un López a salto de mata. Ahora que las perfectas casadas con la derecha vernácula están oligofrénicas —la clase panista principalmente— no deben olvidar que un López anda prófugo de la ley, uno de los suyos, un López, que es el apellido más distinguido de Saltillo y que cuando caiga en chirona, ya verán que muy pronto se impondrá a las fajinas de mazmorra y al bizarro olor a bartolina aunque, hay que decir también que si Jorge Torres López cae en Madrid pasará desapercibido, pues no hay que olvidar que el apellido López es el más común y corriente de España.

Aurelio Nuño a Los Pinos. Bien merece este joven secretario de Educación la oportunidad de contender por la Presidencia de la República. Sólo un hombre de Estado como él ha podido sacar del presupuesto a los comisionados en el SNTE. Un tema pendiente es el de todos aquellos lidercillos que se valieron de su puesto sindical para conseguir favores sexuales a cambio de una plaza. Ojalá las ofendidas tengan el valor de denunciar a esa escoria miserable, la canalla más vil del sindicato magisterial.

Don Samuel Ruiz. El papa Francisco visitará la tumba de don Samuel en San Cristóbal, obispo que la curia romana calificó como un “sedicioso instigador de la guerrilla”. Esto nos recuerda que el papa Wojtyla visitó la tumba del obispo Óscar Arnulfo Romero en El Salvador, al que meses antes había echado del Vaticano para ser blanco fácil de los escuadrones de la muerte. Porque sepa usted que la curia romana calificaba a Romero como “endemoniado y comunista”, asimismo, a don Samuel Ruiz lo llamaban “ideólogo de la violencia”. Y aunque Bergoglio no es lo mismo que Wojtyla, la curia romana sigue siendo la misma; la simoniaca, la inquisidora, la farisea, la palaciega. Ahora sólo falta que esa curia pretenda subir a don Samuel a los altares.

Severa escasez de blanquillos. Esta es la triste historia de un priísta de Parras que se ausentó de ese pueblo por algunos años y que al regresar lo hizo con la intención de reagruparse con sus compañeros del PRI. 

Hay que decir que llegó a Parras de noche y con hambre, por lo que fue a comprar un par de huevos para cenar. Cerrado el comercio, decidió acudir con un viejo compañero de partido para saludarlo y pedirle prestados un par de huevos para guisarlos en su casa. Quedó atónito cuando al tocar la puerta salió su amigo para decirle que no tenía huevos y que además ya no era priísta sino del Verde Ecologista. Acudió con otro que dijo lo mismo, no tener blanquillos y ya no estar en el PRI. Otro dijo que ahora militaba en el Panal y que también en su casa se había terminado el producto de gallina. 

Muy entrada la noche regresó a su casa con hambre y maldiciendo la carencia del citado producto entre los suyos. Pero sucedió que antes de irse a dormir comprendió mejor las cosas y llegó a la siguiente conclusión: que tanto él como sus antiguos compañeros encarnaban la mejor definición de la clase priísta del pueblo mágico: Aquella que se ha quedado sin huevos pero que es feliz con el hecho de que los del Verde tengan el monopolio de los blanquillos en Parras. Así de sencillo.