Mirador 27/01/16

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Mirador 27/01/16

Un hombre soberbio se puso a construir una alta torre.

Dijo, jactancioso, que su edificio llegaría al cielo.

Levantó un piso, y luego otro.

 Y sucedió algo extraño: cuando terminó el segundo piso, el primero se hundió en la tierra.

Lo mismo aconteció cuando acabó el tercero: el segundo se hundió también.

Cada vez que el hombre terminaba un piso, el que estaba inmediatamente abajo se hundía.

Así, levantando piso tras piso de su orgullosa construcción, y hundiéndose los pisos según los construía, el hombre llegó hasta el infierno.

–No es aquí a donde quería llegar –gimió desolado.

 –A lo más alto habrías podido llegar –le dijo una voz–,  pero lo que hiciste lo hiciste por soberbia, y tu soberbia te hundió.

 ¡Hasta mañana!....