Fiesta muy grande es ésta de la Navidad.

Más grande aun sería si con ella hiciéramos 365 navidades pequeñitas, una por cada día del año, todas con el mismo espíritu navideño que celebramos hoy.

Del fulgor de la estrella que en Navidad se enciende debemos guardar también 365 luces para iluminarnos e iluminar con ellas a quienes van con nosotros por el camino de la vida. Y del gran regalo de la Navidad debemos hacer igualmente 365 regalos pequeñitos para los demás, regalos como una palabra amable, una frase de afecto, un elogio oportuno, un gesto de amor o de amistad…

Tan bella es la Navidad que no es justo que dure sólo un día.

Que el espíritu de este día permanezca con nosotros todo el año. Así nuestros 365 días serán, todos, días de Navidad.

¡Hasta mañana!