Mirador 15/07/2021

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Mirador 15/07/2021

Jean Cusset, ateo con excepción de la vez que falló uno de los motores del avión en que iba, dio un nuevo sorbo a su martini –con dos aceitunas, como siempre– y dijo.

—Entiendo que la poca religión puede hacer daño a aquél que la profesa, pero sé de cierto que la demasiada religión le hace más daño.

Siguió diciendo:

—La demasiada religión lleva a dos destinos. Uno es la soberbia; el otro el fanatismo. Quien se siente amigo personal de Dios, y socio o concesionario suyo, ve a los demás por encima del hombro y los considera candidatos seguros a la condenación. El fanático es un peligro para sí mismo y para los demás. Millones de seres humanos han muerto por causa del fanatismo religioso, más, muchos más que los que han muerto por causa de todos los demás fanatismos que el hombre ha inventado.

Así dijo Jean Cusset. Y dio el último sorbo a su martini, con dos aceitunas, como siempre.

 

¡Hasta mañana!...