Mirador 13/11/15

Usted está aquí

Mirador 13/11/15

El otoño, ese gran pintor, llegó ya al huerto.

Los árboles lo reciben bien: saben que es el anuncio del invierno, pero saben también que el invierno anuncia una nueva primavera.

El otoño es el descanso antes del sueño invernal. Cumplida su misión de dar fruto los nogales, los durazneros, los manzanos tienden sus ramas para desperezarse. Un cuervo pasa sobre el huerto y se pierde en la neblina del paisaje.

Yo estoy aquí en silencio, como si me encontrara en una catedral. Doy gracias por los árboles y por su fruto, y agradezco igualmente el cuervo y la neblina. Ellos hablan de la vida, lo mismo que los árboles.

 Ahora descansará la vida, para vivir otra vez “a vuelta de año”, según se dice aquí, que es lo mismo que decir “a vuelta de vida”. Los años pasarán. Habrá otros árboles, y otra neblina y otro cuervo, pero serán el mismo cuervo, y la misma neblina, y los mismos árboles.

También habrá otro yo.

¡Hasta mañana!....