Miles expresan contundente respaldo a Gobierno de Rousseff

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Miles expresan contundente respaldo a Gobierno de Rousseff

Integrantes de centrales obreras y movimientos sociales simpatizantes del Gobierno brasileño en un acto de apoyo a la presidenta Dilma Rousseff. Foto EFE
En Sao Paulo, cuna de las movilizaciones populares en el país, entre 80,000 y 350,000 personas acudieron al acto más multitudinario que reúne a la izquierda del país en los últimos años.
Este país debe volver a crecer, tiene que haber una sociedad armónica, porque la democracia es convivencia en la diversidad (...) Hay gente que predica la violencia contra nosotros veinticuatro horas por día"...
Luiz Inacio Lula da Silva, expresidente de Brasil

Cientos de miles de personas salieron hoy a las calles en al menos 50 ciudades en todos los estados de Brasil en un contundente respaldo al Gobierno de Dilma Rousseff y a su suspendido ministro, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

En Sao Paulo, cuna de las movilizaciones populares en el país, entre 80,000 y 350,000 personas acudieron al acto más multitudinario que reúne a la izquierda del país en los últimos años, según estimaciones de la policía y los organizadores.

De acuerdo con Datafolha, que utiliza un método de conteo diferente al de la policía, 95,000 personas concurrieron a la Avenida Paulista, en la mayor manifestación de apoyo a Rousseff registrada por el instituto privado desde que la jefa de Estado asumió su primer Gobierno, el 1 de enero de 2011.

El ex mandatario y fundador del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) fue el orador principal en una avenida repleta y teñida de rojo, el color de la bandera de la fuerza política de izquierda.

En su discurso, Lula defendió a la democracia y atacó a los grupos contrarios al Gobierno de su sucesora, e inflamó a los manifestantes que lo aclamaron al grito de "no habrá golpe".

"Estamos aquí porque sabemos el valor de la democracia. Estas personas no están aquí porque tuvieron el metro gratis, no están aquí porque fueron convocadas todos los días por los medios de comunicación", afirmó el mandatario.

"Este país debe volver a crecer, tiene que haber una sociedad armónica, porque la democracia es convivencia en la diversidad (...) Hay gente que predica la violencia contra nosotros veinticuatro horas por día. Hay gente en este país que habla de democracia de la boca para afuera", acusó.

Además de Sao Paulo, ciudades de todos los estados del país fueron escenario de actos, en muchos casos multitudinarios, a favor del Gobierno, de la permanencia de la mandataria en el cargo y de la nominación de Lula como su "primer ministro".

En Río de Janeiro, varios miles de personas acudieron a la Plaza XV, en el centro de la ciudad, para expresar su apoyo al Gobierno y arremeter con especial dureza contra Cunha y el juez Sérgio Moro, quien dirige los procesos vinculados al caso Petrobras.

Moro es el responsable por la interceptación de los teléfonos de Lula y la divulgación del audio que caldeó aún más los ánimos en el país y que mantiene en jaque la efectivización de su cargo como "primer ministro" de Rousseff.

Aunque las manifestaciones de hoy tuvieron una menor concurrencia que las del domingo, convocadas por grupos contrarios a la presidenta y a las que asistieron entre 3.6 y seis millones de personas, según la policía y los organizadores, respectivamente, las de hoy constituyen un fuerte apoyo para Rousseff, a quien según las últimas encuestas aprueba cerca del 10 por ciento de la población.

Capitales regionales como Belo Horizonte, Fortaleza, Salvador, Porto Alegre, Curitiba y Vitoria, entre otras, registraron una asistencia de varios miles de personas

Según el portal "G1", del grupo Globo, datos parciales indican que asistieron a los actos, en general, entre 1.3 millones y 270,000 personas, según estimaciones de los organizadores y la policía, respectivamente. Estos datos no incluyen a todas las ciudades en las que hubo manifestaciones.

 

Integrantes de centrales obreras y movimientos sociales simpatizantes del Gobierno brasileño en un acto de apoyo a la presidenta Dilma Rousseff. Foto EFE

Lula fue nombrado el jueves jefe de Gabinete del Gobierno de Rousseff, en medio de masivas protestas contra él, la presidenta y el PT.

Su designación hizo estallar una ola de protestas contra el oficialismo, que se profundizaron luego de conocerse un audio que contiene un diálogo telefónico entre Rousseff y Lula. En la grabación se sugiere que la presidenta le dio el cargo de ministro para beneficiarlo con el privilegio de los fueros.

El audio, entre otros factores, llevó a que su nombramiento fuera suspendido menos de una hora después de investido el pasado jueves.

A esa medida cautelar, que hoy fue apelada y derribada por el Gobierno, le siguieron cerca de una decena que están en análisis en la Justicia. Una de ellas volvió a suspender hoy el nombramiento.

"Yo quiero que esta manifestación sea una lección para aquellos que no creen en la democracia", subrayó el ex mandatario, quien enfrenta una denuncia penal y un pedido de prisión preventiva por sus presuntos nexos con la trama ilegal que operó en Petrobras.

Lula reforzó así el discurso de su partido, que considera como un intento de golpe los movimientos tendientes a destituir a Rousseff.

Dichos movimientos avalaron, junto a partidos opositores, el pedido de apertura de un proceso destinado a despojar a Rousseff del poder, que fue presentado al Congreso por dos renombrados juristas y acogido por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.

Dicho proceso, que fue iniciado en 2015 pero estaba en suspenso a espera de que la Corte Suprema definiera el protocolo a cumplir, fue reanudado el jueves y lleva un ritmo acelerado a instancias de Cunha, enemigo declarado del Gobierno.