Calificación: 4.5 de diez

El cine puede ser una poderosa arma publicitaria y un efectivo transmisor de ideologías. Las ideas de quien realiza una película siempre están ahí, ya sea de forma inconsciente o a manera de mensajes subliminales, que muchos aseguran se ocultan en gran cantidad de obras. Otras son más descaradas, van directo al grano, tienen claros sus objetivos y los muestran como si se tratara de un comercial de televisión. ¿Se le puede llamar cine a este tipo de obras? Es válido, hay libertad de expresión, ¿no? pero este tipo de películas, donde se incluye “Milagros del Cielo” (“Miracles From Heaven”), no son nada sutiles al mostrar sus principios y la historia entonces pasa a segundo plano, se convierte en un vehículo para un sermón de iglesia y para eso existen otros lugares, no las salas de cine.

Aparentemente basada un hecho real, esta cinta es una adaptación de un libro del mismo nombre, escrito por Christy Beam, la madre de una niña con una enfermedad intestinal que se curó por medio de obra divina. No es ningún spoiler, la película se llama “Milagros del Cielo”, sabemos cómo va a terminar, por favor. Aquí la madre es interpretada por Jennifer Garner y, naturalmente, ella es de alguna religión cristiana protestante, por lo que cuando su hija cae enferma y no parece haber ninguna cura, pierde toda su fe. En el camino se encuentra al doctor Samuel Nurko, interpretado por el comediante mexicano Eugenio Derbez, quien le ayuda a sobrellevar las cosas de una manera extraordinaria. Pero claro, su trabajo no es nada comparado con la labor de la oración.

La trama es predecible, no hay nada más qué decir de ella y tiene que tener en claro una cosa: esta es una película cristiana y no me refiero solamente a las ideas en que se inspira, sino que es producida por Affirm Films, una subsidiaria de Sony que se dedica a realizar películas para cristianos evangélicos. Sí, es todo un negocio la religión, que eso no sorprenda a nadie. Pero, bajo advertencia, debe saber que más que ser una cinta en forma, este es un panfleto publicitario. 

Y aunque lo digo en broma, esta cinta no se anda con rodeos y va a intentar meternos el mensaje bíblico a como dé lugar, así que si usted no es parte del cristianismo en cualquiera de sus variantes, la cinta no tiene mucho que ofrecerle. Claro, la mayor parte del mundo pertenece a alguna religión de este tipo y si entran a la sala van a ver sus creencias reafirmadas, van a salir con fe renovada y hasta se van a conmover en un par de escenas. Como obra cristiana, es decir, como panfleto publicitario, esta cinta se lleva un 10, claro. Pero como obra cinematográfica, ahí entramos en debate. Digamos que hay libertad de expresión y cualquiera puede decir lo que se le dé la gana en la pantalla grande, pero concordemos en que hay maneras de hacerlo.

La cinta es rutinaria y sigue una fórmula de principio a fin. Niña se enferma, mamá pierde la fe, familia recibe ayuda de otras personas, niña habla con Dios, se cura y mamá recupera su fe. Por ningún momento esta historia pretende ser más que eso. Ahora bien, ideas cristianas en el cine hay muchas, a gran parte de la población mundial nos criaron con ellas, por lo que sería casi imposible que no las hubiera. Por ejemplo, podemos mencionar “The Tree of Life” (2011), la ganadora de la Palma de Oro de Terrence Mallick, o en un cine más popular, las cintas de “Crónicas de Narnia”. Ahí se ve la gran diferencia, son obras con algunas ideas bíblicas, pero cuyo principal objetivo es contar ciertas historias. “Milagros del Cielo” está hecha al revés: busca contar una historia para transmitir (forzar) ideas bíblicas.

Está bien, no digamos que los pastores evangélicos no son inteligentes, han hecho de su religión un gran imperio, ni más ni menos. Es lógico que ellos saben del gran poder que tiene el cine, por eso en años recientes hemos recibido una invasión de cintas de este tipo, entre las que se cuentan “God is Not Dead” (2014, ya en espera su secuela), “War Room” (2015) y “Heaven is For Real” (2014). De nuevo, hay libertad de expresión, pero las religiones nunca se han caracterizado precisamente por ser de mente muy abierta o aceptar cosas que vayan contra sus creencias. No se andan con rodeos, saben en lo que creen y no hay manera de cambiarlo. Esa misma esencia se encuentra en esta película, lo cual no molestará a quien comparta sus ideas, pero el resto del público no podrá evitar reír o arrepentirse de haber entrado.

Por otro lado, en cuanto a Eugenio Derbez se refiere, tiene un papel muy breve, es un doctor medio chistoso y, por sorprendente que parezca, es de lo mejorcito de la película. Esto se debe a la dirección de la mexicana Patricia Riggen, con quien su paisano ya había trabajado en dos ocasiones anteriores. Riggen tiene muy poco con que trabajar aquí, pero es ella quien hace posible que ciertos pequeños momentos sean efectivos dramáticamente, momentos en los que nos olvidamos de las ideas que hay detrás de esta película y podemos ver a los personajes como seres humanos con los que nos identificamos. Es digno de aplaudirse el trabajo de la directora, pues se nota que hace todo lo posible por sacar lo mejor que pueda de esta cinta.

Porque si algo sabe hacer esta película es sermonear y lo hace con todas sus fuerzas. Que si Jesús, que si la oración, que si los milagros, que todos los no creyentes son unos satánicos y un peligro para la sociedad… No hay manera de escapar de su naturaleza y aunque la directora lo intente, no pude cambiarlo. Y así, como publicidad cristiana, es un buen trabajo. Pero como película… mejor abstenerse.

El dato
> Directora: Patricia Riggen.
> Elenco: Jennifer Garner, Martin Henderson, Kylie Rogers, Eugenio Derbez, Queen Latifah.
> Género: Drama cristiano.
> Clasificación: A
> Duración: 109 minutos