A un lado de la carretera y tratando de recuperar lo que pudiera servirle, la mujer se sorprendió por el accidente en el que estuvo involucrada por una ponchadura de una llanta.

Una familia vivió el milagro de la Navidad en carne propia, pues el vehículo en el que viajaban con dirección a la ciudad de Matehuala, procedentes de Nuevo León, terminó destrozado y volcado en la carretera a México, pero a ellos no les sucedió aparentemente nada. 

Habían salido la mañana de ayer de un lugar llamado Topochico en Nuevo León con dirección a Matehuala donde pasarían la Navidad con la familia a la cual no ven desde hace tiempo. 

En el interior de la camioneta Ford S-10 viajaban Elia, su marido Ramiro Jaramillo, Sánchez, de 32 años, y sus dos hijos Tadeo de4 años y Abraham, de 5 años, todos en la cabina delantera y los artículos y regalos en la parte de atrás en la caja. 

De pronto alrededor de las 2 de la tarde en el kilómetro 208 se escucho un tronido, la llanta trasera del lado izquierdo se reventó, haciendo que Ramiro perdiera el control de la camioneta debido a la velocidad.
La camioneta iba dando vueltas, una tras otra y en el interior, Elia sostenía a sus hijos, una vez que el vehículo dejo de girar todos salieron del auto y comenzaron a juntar las cosas que estaban regadas. 

Personal de la Cruz Roja, así como de la caseta acudieron a la atención de los lesionados, quienes no presentaban más que dolor por los golpes pero nada de gravedad.