Hace unas semanas se registró el intento de entrada de una nueva caravana migrante, la cual fue detenida con la guardia nacional, donde miles de migrantes de varios países sudamericanos fueron regresados a su país.

Miles de personas han tratado de cruzar la frontera mexicana para llegar a Estados Unidos con la esperanza de una mejor calidad de vida, pero muchos de ellos no consiguen su objetivo y se quedan en el país.

Desafortunadamente no todos corren con la misma suerte, pues debido a la enorme cantidad de personas de las caravanas, se han convertido en la nueva presa del crimen organizado.

En las inmediaciones de Nuevo Laredo, Tamaulipas ha comenzado a secuestrar a migrantes indocumentados de Sudamérica para enlistarlos en organizaciones criminales, quienes pidieron asilo en EU y fueron regresados a México.

Tras fracasar en su intento de conseguir una mejor vida en Estados Unidos y tras negarse a regresar a su país lleno de carencias, muchos se vieron orillados a integrarse a organizaciones criminales para sobrevivir.

De acuerdo con datos de la organización de Médicos sin fronteras (MSF) ha documentado a un cierto número de migrantes que han sido regresadas bajo el protocolo de protección a migrantes donde 33 de las 44 personas han sido abducidas por el crimen organizado.

“Son mercancía para el crimen organizado. Tuvimos un incremento en el periodo que duraba el secuestro, teniendo casos de personas y familias que fueron retenidas por varias semanas”.

Esta fue la declaración que dio Sergio Martín, coordinador de la MSF en México, donde asegura que mucha gente es secuestrada para formar parte de grupos criminales, mientras que otros son obligados al tener secuestrados a algunos miembros de su familia.

Desde el mes de julio hasta el mes de diciembre, un total de 11,770 migrantes fueron regresados a Nuevo Laredo, de los cuales 5,454 son hondureños, 4,763 siguen en espera de su audiencia mientras que 4080 desistieron del proceso y 2,927 han tenido más de una audiencia.