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Migración, responsabilidad compartida, no sólo de México: Vargas Fosado
CDMX.- México y los países vecinos de Centroamérica enfrentan una crisis humanitaria permanente por los flujos migratorios, asegura Ardelio Vargas Fosado, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM).
El nivel de la problemática acerca al País a deportar a casi el mismo número de migrantes que EU envía a territorio mexicano. En 2015, la administración de Barack Obama deportó al país a 205 mil 884 connacionales y México regresó a 202 mil 257 extranjeros a sus países.
El cálculo “conservador” del INM es que este 2016 sean presentados una misma cantidad de extranjeros ante la autoridad migratoria mexicana, en donde los niños, niñas y adolescentes se consideran el grupo de mayor vulnerabilidad. Durante el año pasado, 37 mil 398 menores se presentaron ante el INM, de los cuales 18 mil 772 no viajaban acompañados. “No tendría el parámetro para decir si es urgencia o emergencia, lo que sí puedo decir es que es mucha gente la que sale de su País y tiene que atenderse esta problemática”, afirma Vargas Fosado en entrevista con el Universal.
El comisionado rechaza que México atienda designios del gobierno estadounidense para contener la migración.
Refiere que antes los estadounidenses no se querían sentar con México para hablar de migración, porque consideraban al INM corrupto. Ardelio Vargas ha removido aproximadamente a 3 mil agentes y reconoce que hoy dialoga con su contraparte con respeto y reconocimiento de los esfuerzos mutuos.
-¿Cuál es el estatus de la problemática migratoria?-
“Hay que verlo desde un punto de vista integral, hay factores de empuje y de atracción. Los de empuje son los que obligan a los ciudadanos a salir de su territorio, y los de atracción los de los grandes mercados internacionales, como EU.
“Honduras, Guatemala y El Salvador son grandes expulsores y generadores de movilidad humana.
“Los factores que obligan a la movilidad se han agudizado de manera sensible, la violencia se ha incrementado, la pobreza, la falta de empleo y oportunidades, y la sequía les ha pegado, ha dejado de llover hasta por 10 años. En Honduras registramos 450 mil desplazados internos, en El Salvador cerca de 50 mil, ellos son potenciales migrantes. El tema de la movilidad humana es una responsabilidad compartida, no toca atenderlo sólo a México”.
-¿El Programa Frontera Sur, que no permite el uso del ferrocarril para el traslado de los migrantes, provocó mayor violación a los derechos humanos por las nuevas rutas que buscan?-
“El medio de transporte eran los ferrocarriles de carga que no habían recibido mantenimiento, en un mes registramos 42 incidentes. Llegamos a contabilizar hasta mil personas en el lomo del tren, el Gobierno Federal no podía cerrar los ojos ante una situación así. Se decidió no permitir la utilización del ferrocarril de carga como un medio de traslado, eso generó que los flujos migratorios y las bandas de delincuentes dedicadas al tráfico de personas buscaran otras condiciones. Quiero precisar que México no está en contra de la migración, pero la quiere ordenada, segura y humana.
“La columna vertebral de nuestra Ley de Migración es el respeto a los derechos humanos, para nosotros el migrante no es un delincuente”.
-¿En qué condiciones viajan los menores de edad?-
“El tránsito es en espacios cortos, ‘en brincos’ le dicen ellos, en condiciones de inseguridad: en tráileres, dentro de la carga de frutas, en ambulancias, en transportes de productos. Hemos encontrado niñas y niños de tres y cinco años transitando solos, acompañados de un tercero que no es familiar o vienen en un grupo de migrantes.
“Tenemos un procedimiento sistemático para operar con niñas, niños y adolescentes, se les plantea el derecho que tienen al refugio, necesitamos utilizar un lenguaje que nos entiendan.
-¿Qué ha hecho el Instituto Nacional de Migración?-
“Les hemos abierto la puerta a los cónsules, a las autoridades de Centroamérica, para que conozcan la realidad de las estaciones migratorias, que sepan la operación que nosotros hacemos en el día a día y que vean que migración no es una policía armada”.